lunes, 9 de abril de 2012

¿A Gibara me voy?

Aquí les va la carta que me envía el realizador José Armando Estrada sobre la extraña salida de su cortometraje UNA PELI PORNO del largometraje Gibaras, a rodarse en el poblado costero del mismo nombre durante el Festival de Cine Pobre en los próximos días.

Para Jorge Molina
Hermano hoy por primera vez vi tu blog y me pareció muy atrayente. Enterarme de casos y cosas que pasan en la familia del audiovisual cubano, es siempre interesante desde una óptica intimista y personal; donde las palabras navegan con amplio sentido hacia lados claros, ocultos o en semipenumbras, alumbrados por las luces no de neón, sino de la verdad relativa o la verdad inmediata, de muchos o de pocos. El saber es privativo de algunos, pero el discursar es un regalo del universo para todos. El debate, la euforia, la complacencia o la virtual razón de nuestra cotidianeidad, en ocasiones son detonantes para la disputa o la confrontación de voluntades, necesarias en ocasiones o innecesarias en otras. La vida demuestra en cada instante que todo es relativo y que las posiciones siempre cambian; acorde a interés y poderes. Y sucede como en el sexo, hoy unos están arriba y otros mañana o al rato debajo. Todo pasa, y pasa todo, y lo que queda siempre para pocos, son los recuerdos de jeroglíficos, impuestos o dejados de imponer desde hace décadas. Pero no es sobre los altercados, o las contestas públicas, o de pirámides, o de sexología, de lo que quiero comentarte o hablarte. Es algo diferente, donde cualquier similitud con la realidad pudiera ser pura e incuestionable coincidencia.
Ante todo quiero que me felicites, y no precisamente a mí, sino a todos los realizadores de tu querida provincia, Santiago de Cuba; porque a través de un guión que envié, al concurso de largometraje Gibaras, del Festival Internacional de Cine Pobre, fuimos elegidos, (y asumo que por la cubanía; la trascendencia y la siempre inmediatez del tema, haya sido escogido el guión, ¨al principio¨); para participar en dicho festival; y al fin, poder los realizadores santiagueros (que vivimos acá; no en la Capital de todos los cubanos; que viven allá) filmar un corto, que sería parte de un largometraje, casi producido por una institución o un evento ¨prestigioso¨ como es el mencionado.
Acá saltamos de alegría y fervor (los ¨guajiros¨ somos así), dándonos ínfulas de directores famosos, despertando sueños, en fin toda la sarta de vanidades y ambigüedades, que se les ocurre a una persona cuando, casi, tiene su sueño por cumplir. Y nos mirábamos felices, con alegría, no por uno, sino por todos juntos. Y no teníamos una gorda porque el director capitalino de casting, nos informó que todas las actrices de la urbe, son flacas (y como me gusta una flaca compay); pero eso no nos amilanó, y acá conseguimos la gorda, que de no ser así hasta yo me disfrazaba de gorda (todo por los sueños). Y también conseguimos a un negrito tinto y flaco, con dientes blancos y bemba rechoncha. Y prácticamente solo nos quedaba quien nos hiciera el personaje de Pedro, y por supuesto Emmanuel y yo, pensamos en ti, con tu fotogenia vital, y con picardía santiaguera. Creímos que eres el Almodóvar clásico, y por eso te llamamos. Casi lo teníamos todo, con la ayuda de una productora capitalina, casi oriunda de por acá; casi, casi teníamos el filme hecho, y ahí mismo empezamos a reírnos, porque a los guajiros siempre les pasa lo mismo, con lo del fatalismo, no mágico, sino real. ¡Que suerte compay! Algo no llegó, algo falló, y alguien tiene que jorobarse en mal cubano y joderse en perfecto español, y como eres buen adivinador, ya sabes a esta altura quienes fueron.
Haciéndote un flash back corto, te diré que el 19 de marzo del 2012, día transcendental en mi vida, recibo la noticia por correo, que fui elegido entre 8 cortos seleccionados para integrar el filme Gíbaras en el evento de cine pobre. Luego se me pone en contacto con el productor general del filme, el cual me dice que son 15 cortos, y que, por lo menos el mío, iba a contar con el equipamiento de producciones El Central, unos jóvenes estelares de allá, no del lado de más allá, sino de allá, pero de acá. El día 3 de abril; nuestra productora, habla con Emmanuel y le expresa muy apenada que, recibió la noticia, de que producto, a que no llegó un equipamiento del exterior, es decir del lado de más allá, los últimos 5 cortos que entraron deberán quedar fuera. Y parece que la cifra se corre y ya no estábamos entre los 8 primeros, sino entre los últimos 5 de los 15; en sí que más da, 15 que 8, u 80. Eso sucedió el martes 3, hoy es lunes 9, y aún los organizadores del festival, no se han dignado en ponerse en contacto, para aclarar, justificar, disculparse, o dar una satisfacción o una variante estratégica, al respecto. Aún, pese a nuestra experiencia recorrida, no aprendemos lo que es calidad en todos los sentidos de la vida. FADE IN.
Y nosotros acá, seguimos riéndonos, porque no cabe en nuestra historia de realizaciones, la tristeza, ni la derrota. En muchas ocasiones no nos aceptan en muchos festivales de acá o de allá; pero seguimos haciendo cosas, con una lata, con un palo, con el ingenio, con apego y con los testículos; haciendo un cine más que pobre, o indigente, un cine de EXTERMINIO, (término acuñado por un sonidista de mi largometraje, en postproducción actualmente titulado: SIERVOS ), un cine que te aniquila a diario, que hace que la mujer te bote, que no tengas para comer, o para arreglar los muebles y pintar la casa; pero que te llena de gozo y satisfacción al final, cuando en la pantalla ves tu obra, o cuando la repartes a los amigos o conocidos. Sabes bien que nosotros acá, hacemos cine porque nos place, que por ahora no renunciamos a nuestro terruño o lugar de origen, como otros, que aplaudo y admiro, por su valentía de irse a buscar lo que no pueden encontrar aquí. Ya yo soy un hombre mayor, de muchas edades, pero con un alma joven y con deseos de hacer y seguir haciendo, y nunca me cansaré, por eso escribí UNA PELI PORNO EN GIBARA, donde cinco realizadores cansados de ser vapuleados, no aceptados en los eventos, optan por hacer un filme porno pese a todo. Un corto ligero en tono de comedia blanca, no negra; que habla sobre el trabajo que pasamos todos, a la hora de hacer un filme, y crítica desde un posición certera, a muchos eventos y funcionarios encargados de los mismos; homenajeando a su vez a todo el cine desde sus inicios hasta la actualidad. Los cinco realizadores (a lo cubano) son Steven (Spielberg); Martín (Scorcese); Quentín (Tarantino); Francis (Ford Coppola) y Pedro (Almodóvar), estos se enfrentan a una serie de vicisitudes, pero dejando, incluso su vida en el empeño, logran realizar sus sueños.
Sin embargo hermano, hoy decidieron (y quisiera no saber el porqué) quitarnos el placer de hacer y de divertirnos, por cualquier circunstancia, y no me preocupan las razones que se expongan, ni las explicaciones que me den para dejarnos fuera de la competencia del tal ¨digno¨ festival. Los santiagueros somos santiagueros, y como decía Maceo ni pedimos, ni mendigamos. Lo que se haya decido, decidido está (pese a que Emmanuel se moleste, o se encabrone; y me diga que no es justo; que si hay al menos tres cortos de LA HABANA, coño, que dejen uno y no nos pongan fuera a los del Oriente; o pese que Humberto se levante traumatizado de su descanso eterno, y para compensar nos pida una foto con Adela Legrá, como nos la pidió cuando filmamos el documental ¨Quién me quita lo bailao). Hermano la vida es como viene, aunque muchos crean que determinan sobre otros; todo eso es falso. La libertad no consiste en creernos ser libres, o que otros nos digas que somos libres, sino en sentirse desde dentro libres, por encima de cualquier mezquindad, atributo o deseo; por encima de cualquier religión, credo o ideología. Te diré con sinceridad; que ya ni me inquieta o preocupa no poder filmar ese corto allí; ya lo haremos un día acá, con nuestros propios medios, con nuestros propios esfuerzos como siempre lo hemos hecho. Y creo que más que un problema, esta experiencia constituye una oportunidad para seguir aprendiendo de las personas y seguir batallando hasta la muerte por nuestros sueños, de hacer cine o audiovisuales. Solo pienso en la tristeza que tendrán aquellos; que se dicen directores de cine, y que aman mucho al séptimo arte, y que se privan hoy, de ver materializado, un corto como UNA PELI PORNO; que desde su primera página es una lección de cinematografía y un homenaje a todos nosotros, los de acá y los de allá; todos los que dejamos día a día la vida en cada fotograma, en cada plano. Es una pena, y una lástima ¿no crees, brother?
Jaeh

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