domingo, 18 de diciembre de 2011

ECOS DEL FESTIVAL

Con toda la locura de los últimos días tenía abandonado el blog. No solo fue el festival, también las actividades de los festejos por el XXV aniversario de la EICTV me ocuparon bastante tiempo. El festival este año fue bastante decepcionante, ha perdido gasolina. El amigo Gustavo Arcos en el blog Cine Cubano la Pupila Insomne www.cinecubanolapupilainsomne.wordpress.com, reflexiona sobre ello y me tomo el atrevimiento de transcribir textualmente algunas de sus palabras porque más o menos estamos en sintonía. Gustavo dice cosas como estas:
El Festival terminó. Una decadente ceremonia de clausura, donde fueron literalmente despachados los premios, sin brillo, ni emoción, cerró las cortinas de la edición número 33 de este evento. Pero no será éste, el texto que reflexione sobre la posible pérdida de identidad que tiene el Festival, sobre su concepción y organización actual o sobre las maneras que el comité de selección procede. Añado que desde la salida en extrañas circunstancias de Ivan Giroud del evento, este ha perdido fuerza, conecciones, capacidad de gestión y capacidad de inserción a nivel internacional. Igual, desde hace un tiempo atrás,el festival viene haciéndose eco de los premios que dan los festivales A y les hace el juego premiando mucha de las veces, la misma pornomiseria que premian los europeos y los gringos,y ha perdido la escencia para lo que fue creado, potenciar la identidad de nuestros pueblos.
La selección últimamente es bastante cuestionable, es evidente, muchas películas insulsas se aceptaron en competencia, películas que casi nadie vio, estoy seguro, y se quedaron fuera cintas como la chilena Violeta se fue a los Cielos de Andrés Wood (Wood ha sido un director ganador en varias ediciones del festival), sobre un icono latinoamericano como Violeta Parra, por ejemplo.
Sigue Gustavo: El gran suceso del Festival fue Juan de los muertos. La primera película cubana de zombis que capitalizó muy bien una estrategia de marketing que la mantuvo “oculta” al público nacional durante meses, mientras recorría con éxito otros festivales. Tumultos, peleas y largas colas acompañaron sus escasas proyecciones que se vieron coronadas con el Premio del público. Como toda “primera vez”, Juan.., ocupará su lugar en la Historia del Cine Nacional y un análisis de sus valores o deficiencias artísticas quedarán pendientes para otra ocasión. Por el momento, debo resaltar su diseño de producción, tal vez inédito en nuestro contexto, la ingeniosidad de muchos de sus diálogos y la voluntad desmitificadora y arriesgada de sus creadores quienes juegan, se divierten y parodian elementos, figuras y componentes no solo del cine clásico sino del discurso simbólico construido sobre la nación. Por supuesto, Juan fue la única cinta que le dió vida al festival, la que llevó de nuevo en oleadas masivas a la gente al cine, la que hizo que se respiraran de verdad, aires de festival como hace bastante tiempo no se veía. Juan es una película imperfecta, de eso estoy claro, tiene fisuras en su guión, su montaje es irregular, pero tiene algo muy importante para nosotros, es la primera vez en la historia del cine cubano que los héroes no son, ni el adnegado obrero, el valiente internacionalista, el pundonoroso oficial, ni el hombre nuevo soñado por el Ché, sino unos pillos marginales, pseudos delincuntes de poca monta, que son los encargados de salvar la nación. Y eso ya es bastante. Sería una torpeza garrafal, si el ICAIC no estrenara la película porque es una obra que la gente debe ver. Juan y Lázaro, sus personajes protagonistas, pasarían a formar parte de la psique del cubano de a pie, y Alexis y yo nos convertiríamos en los actores más populares de Cuba en un buen tiempo. No me cabe la menor duda.
Aquí unas fotos del estreno en el cine Pairet, tomadas con mi cámara. Aparecen Brugués, Gervasio, Sergio, el músico del filme, fans,etc. No se por qué no aparece Alexis. Esa noche nos tomaron muchas fotos juntos. Deben ser de otras cámaras, cuando las tenga las colgaré. Fue una puta locura. Para mí, el mejor público el film, aunque la proyección del Yara la última noche de festival fue alucinante.