domingo, 9 de mayo de 2010

MOLINA´S FEROZZ: EL GUIÓN Y LA PELÍCULA EN FOTOS parte 3

6. INT. / EXT. NOCHE. COCINA DE CASA DE LA ABUELA.
Truenos y relámpagos. La Abuela, Dolores, Miranda y Lucio están sentados a la mesa. Dully come en un rincón, sentado en el piso. La Abuela y Lucio están borrachos. Dolores le sirve de comer a Miranda.

ABUELA
(A Lucio)
Si tú no pones orden en esta casa, alguien lo va a tener que hacer. Ya no se puede confiar en nadie, yo esperando aquí, con tantos arreglos que hay que hacer en esta casa y él muy… ¡asqueroso!

Lucio mira a Dully acariciándose los genitales.

LUCIO
Esta noche te voy a dar del bueno pa’ que aprendas
a respetar a tus mayores…

DULLY
(Temeroso)
No, pa-p-p-pa, no, d’e-e-eso no…

Lucio y la Abuela ríen y se sirven aguardiente.

P.V. exterior: a través de la ventana, alguien observa: Dolores le pasa la mano por la cabeza a Miranda y se levanta.

La Abuela señala a Dolores con su índice garfio.

ABUELA
Y ésta no se queda atrás… Hoy la vi hablando con el mosquita
muerta de tu hermano…

DOLORES
Fui a preguntarle si había visto a Dully, abuela.

Un relámpago ilumina el rostro de la Abuela, seguido por un trueno.

ABUELA
¡Ja! ¿Tú me ves a mí cara de sanaca?
Yo creo que el berraco de Inocencio lo que quiere es meterte la cosa grandota esa que tiene y tú estás loquita por dársela…

DOLORES
¡Abuela!

Lucio mira a Dolores.

LUCIO
¿Eso es verdad, so puta?

DOLORES
Por favor, Lucio, esas son ideas de la abuela. Además…
Miranda está en la mesa, compórtense.

ABUELA
Esta mujer no te respeta, hijo.
¡Zorra, eso es lo que ella es, zorra, igualita a todas
las putas del pueblo!

Empieza a caer una tormenta, a la vez que Lucio tira el plato de comida contra la pared, se levanta y golpea a Dolores, mientras la Abuela ríe y se tira pedos. Miranda se levanta y agarra al padre por la cintura para defender a Dolores. La Abuela se levanta, separa a la muchacha y le da una bofetada.

ABUELA
¡Ése es mi hijo y tienes que respetarlo!

DOLORES
¡No le pegue a la niña, doña Zulma, por piedad!

La Abuela ignora la súplica y de otro manotazo tumba al piso a Miranda. Dully corre junto a Miranda y la lleva a un rincón. La Abuela mira a Lucio y señala con su garfio.

ABUELA
¡Acuéstala en la mesa, Lucio, y méteselo enterito por detrás
pa’ que sepa quién es el macho de esta casa!

Dolores trata de escapar, pero Lucio la atrapa por los cabellos, la lleva hasta la mesa y la empuja, Dolores cae sobre la mesa de boca. Los relámpagos y truenos continúan. Lucio se acerca a Dolores y le sube el faldón. Dolores no lleva bragas y sus nalgas quedan al aire. La mano llena de tizne de Lucio las acaricia.

DOLORES
(Reída, al sentir cosquillas)
¡Lucio, no, que me da cosquilla, no! Abuela, llévese a Miranda,
llévesela, por el amor de Dios. Esto se va a poner feo…

La Abuela arrastra una silla y se sienta para mirar.

ABUELA
Esta putica tiene que
aprender desde chiquita lo que le espera.

Dully tiene abrazada a Miranda y le cubre el rostro.

P.V. exterior: a través de la ventana, alguien observa:

Lucio sodomiza salvajemente a Dolores, que se queja de dolor, ríe a veces y se tira pedos.

La Abuela ríe a la vez que mira hacia Miranda.

ABUELA
¡¡Te lo dije, es una cochina, sucia, marrana!! (A la vez que se sube a la silla, como si apostara en gallera): ¡¡Dale más fuerte, mi macho, durísimo, enterita, pa’ que la sienta!!

Lucio se esfuerza ante los reclamos de su madre, le da un acceso de tos, eyacula dando un alarido, retrocede y cae sentado en el piso.

Dolores se incorpora y se baja la falda.

DOLORES
¿¡Por qué en esta casa nunca se puede cenar como seres humanos?!
(Lucio le agarra una pierna) ¡Por favor, Lucio, la niña!

La Abuela se baja de la silla.

ABUELA
¡Yo no sé cómo esta zorra vieja, recogida, arrastrá, tiene el descaro de protestar! ¡Lucio! ¡Cógetela otra vez, pa’ que aprenda!

DOLORES
No, doña Zulma, otra vez no...

Lucio mira a su madre visiblemente cansado.

LUCIO
Mamá, yo…

La Abuela lo mira inquisidoramente.

P.V. exterior: a través de la ventana, alguien observa: Lucio se levanta, toma la botella de aguardiente y de golpe bebe todo lo que queda. Acto seguido, con su brazo, arroja al piso todo lo que hay sobre la mesa, toma a Dolores por la cintura, la monta sobre el borde de la mesa y, entre los trapos del faldón, la penetra, a la vez que a Dolores le da un ataque de risa.

La Abuela se aproxima y le grita a cada oído de Lucio.

ABUELA
¡Fuerte, más fuerte, mijo, sáquele brillo al cromo, carajo,
que usted sí que es un macho!

Los ojos de Dolores se quedan en blanco. Jadeo de Lucio.

Miranda mira entre los dedos de la mano de Dully que la cubren. Jadeo de Lucio.

P.V. exterior: a través de la ventana, alguien observa:
Lucio se mueve febrilmente.

ABUELA
¡Así, más rápido, más rápido, como un taladro, mijo!

De repente, Lucio hace una mueca, se separa de la mujer, se toca el pecho, cae al suelo y comienza a patalear de dolor.

Dolores se baja la falda.

La Abuela, boquiabierta, se inclina a mirar a Lucio pataleando. Lo acurruca como si fuera un niño.

ABUELA
Esa perra te hizo daño, mi primor... Aquí está tú
madrecita, aquí está tu teta...

La Abuela se empieza a abrir la blusa.

Dolores vira el rostro con asco, mira hacia:

Dully tiene a Miranda abrazada. Dolores corre hacia Miranda y salen de la casa en estampida, seguidas por Dully, que cojea.

La Abuela se percata, hace a un lado el cuerpo de Lucio.

ABUELA
¡Desgraciados, vuelvan acá! ¡Lucio se está muriendo!





























































7. EXT. NOCHE. FRENTE A CASA DE LA ABUELA.
P.V. de alguien que observa: Entre relámpagos y truenos, la Abuela sale por la puerta al exterior.

ABUELA
¡Dully, ven aquí! ¡Vuelvan acá los tres! ¡Vueeelvan!

Cerca de la casa, escondidas entre el gallinero y aparejos de la finca, Dolores y Miranda se mueven cuidadosamente, para no ser vistas.

La Abuela sigue avanzando.

La cara de Dully sale detrás de unos maderos. De repente se le descompone aterrado. Dully sale de su escondite y avanza cojeando hacia la Abuela, señalando aterrado.
DULLY
¡Abu-abu, el Ca-ca-el-ca-el-ca…!

Dolores mira también aterrada, le cubre el rostro a Miranda con el cuerpo y esconde el suyo, en protección a ambas.

P.V. de alguien que observa: La Abuela avanza bajo la lluvia.

ABUELA
¡Ven aquí, renco de mierda!

Rostro aterrado de Dully, que avanza cojeando hacia la Abuela

DULLY
¡Abuela!

Un relámpago ilumina el rostro de la Abuela, quien da un grito con los ojos desorbitados hasta quedar en blanco y cae al piso sin sentido. La voz y el llanto de Dully se van perdiendo, a la vez que la imagen funde a negro.

DULLY
¡El Cagüeiro, abu, el Cagüeiro…!!!






































8. EXT. MAÑANA. CAMPO BALDÍO.
Dolores, vestida de negro, luce más adulta, pero igual conserva su sensualidad. Está parada frente a un montón de piedras con una lápida que lee LUCIO SAREDI, a secas. Tira un ramo escuálido de flores y escupe sobre la tumba, que nadie ha cuidado en años.

DOLORES
(Entre dientes)
¡Cerdo asqueroso!

En la distancia, Dolores se aleja de la lápida. El día empieza y anuncia buen tiempo.

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