jueves, 25 de marzo de 2010

MOLINEANDO ANÓNIMO: RECUERDO DE CAMAGÜEY

Escribo esta especie de nota en mi oficina mientras escucho a lo lejos al Residente y al Visitante, miembros de Calle 13 que descargan de manera informal frente a un auditorio enardecido aquí en la EICTV de San Antonio de los Baños.
Hace unos tres o cuatro días terminó el taller Nacional de la Crítica Cinematográfica de Camagüey a donde fui invitado por sus organizadores ya que se haría una retrospectiva de mis trabajos y mi presencia allí se aprovecharía para impartir un taller de realización a los estudiantes de Medios Audiovisuales, miembros de la AHS y demás interesados. El Taller es un evento de discusión y generación de pensamiento que permite además a una gran cantidad de camagüeyanos ver cine de todo tipo de género y de calidad.
Por las mañanas desde el 17 al 19 se desarrollaba el evento teórico que orbitó entre el homenaje a la Cinemateca de Cuba, las mujeres en el audiovisual cubano y los jóvenes realizadores. El viernes 19, último día de las sesiones teóricas, el tema era los jóvenes realizadores y aunque no era uno de los ponentes, sí quise aportar algo a la discusión. En este blog ya dejé claro mi posición sobre el asunto, así que no voy a redundar en ello; apunté ante un nutrido público joven, lo que pienso sobre el tema y hablé de los nuevos-viejos realizadores del audiovisual cubano, poniendo en crisis el manido criterio determinista que asocia juventud en materia de edad en proporcionalidad directa con técnicas renovadoras y riesgo en el arte, concluyendo que hay mucho que ver, leer y aprender, estar informado y no ser ajeno a lo que ocurre a tu alrededor y en el mundo y lo más importante es hacer, hacer y hacer con los medios que se tengan a tu alcance y el rigor obstinado a la hora de emprender la aventura.
Por las tardes desde una de las aulas del Instituto Superior de Arte de Camagüey cuya sede lo acoge un antiguo y hermoso convento que bien pudiera ser aprovechado como locación para infinidad de historias por los propios estudiantes, a decir del amigo Reynaldo Lastres removí los cerebros de estudiantes de los medios y de aficionados al cine. Fue un pequeño taller, hubiera querido fuera de realización y de por lo menos dos semanas, pero desgraciadamente en tan solo tres días tuve que convertir aquello en un taller de iluminación más que de realización y despertar conciencia sobre que sí se puede hacer audiovisual lejos de la capital.
Para que funcionaran las cosas, partí con la premisa de analizar el proceso creativo del filme, se analizaron los pasos a seguir para producir un audiovisual con escasos recursos materiales y al margen de la industria. Para ¿lograrlo? compartí mis propias experiencias en la creación de “Molina`s Ferozz” mi primer largometraje, (que por cierto, se pre-estrenó la noche del 17 en la sala Nuevo Mundo. Se proyectó dos noches seguidas con mucha afluencia de público y bastante impacto sensorial). Pues nada, la experiencia fue renovadora para mi y espero haber aportado mi granito de arena a los allí presentes intercambiando con ellos mis aventuras y desventuras en el mundo audiovisual que se me antoja el más hermoso de los mundos.

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