lunes, 1 de febrero de 2010

MOLINEANDO KRITIC- TONITE: MOLINA Y REYNALDO LASTRES SOBRE COMENTARIO DE PEDRO G. GARCÍA

Estas fueron mis impresiones de ayer sobre el comentario de Pedro.

Pedro, hermano, me encantó tu comentario y lo voy a postear ya mismo en MOLINATOR.Como ya sabrás, soy un analfabeto de los blogs, no se como hacer para que los comentarios salgan publicados en las própias entradas. Así que lo publicaré como publico los míos.

Sí, la crítica y el arte, el arte y la crítica, es casi como la eterna lucha entre el bien y el mal. Hay carreras que han sido destrozadas por críticas hechas con toda la mala intención del mundo y otras carreras lamentables que han sido aupadas sin ninguna razón, pienso en esos premios, eventos y festivales de cine donde los palmarés se resuelven a través del lobby que hacen los cineastas y productores, en cenas, fiestas, en camas, etc,etc. En la historia de la humanidad ha habido mucha hipocrecía a la hora de valorar el arte y detrás de ello se han movido un sin número de intrigas oscuras, muchas ligadas al poder; la historia del cine tiene miles de ejemplos, es una lista mucho más grande que el grupo de nombres que haz mencionado. Creo que lo importante es filmar y la vida pondrá a cada cual en su justo lugar, y sí, hay que respetar más al público quien al final es el más importante receptor de la obra artística y la sentirá y la comprenderá a su manera. Y para terminar parafraseo al personaje del director de cine cegado por el stress que interpreta Woody Allen en su muy simpática "Hollywood Ending" cuando comenta refiriéndose a la crítica favorable aparecida en un periódico frances sobre el bodrio que acaba de rodar: ¡¡¡Al menos nos quedan los franceses!!!! Oju,oju,oju...

Aqui está la rápida respuesta del amigo Reynaldo Lastres al amigo Pedro G. García sobre su comentario del 31 de enero.

Luego de leer el interesante comentario de Pedro G. García, sigo pensando en como se las ha ingeniado cierta crítica, para hacer que se eche por tierra el trabajo de tantas personas, en tantos siglos, a muchos de los cuales habría que agradecerles hoy que tengamos a mano un corpus artístico y literario que les sigue sirviendo como modelo a todos los creadores que les suceden, y sin el cual toda la historia del arte fuera un gran caos de referencias, con muchos más injustos olvidos de los que hoy contamos en su haber. “La crítica especializada es una mierda”, sostiene Pedro de manera tajante, y yo pensando en el grave peligro que han constituido siempre las generalizaciones. Ahora, vuelvo a sostener que no concuerdo con esa crítica que todo el tiempo busca establecer jerarquías, y hablan o pretenden hablar desde las alturas, dictándoles consejos a los creadores, o adoctrinando a sus lectores oyentes, en nombre de alguna moral, de alguna ideología o de algún gusto refinadísimo o falto de estilo. Pero tampoco elogio al artista que haga su trabajo pensando en la crítica, en pos de su aprobación o temiendo al mínimo linchamiento.
“Si no fuera por la audiencia hoy lo único que veríamos serían películas aburridas que buscan lo vacío y banal”. Y este criterio si que me llama la atención, pues como todo el mundo sabe, una buena parte del buen arte ha sido despreciado por las mayorías, que son los al fin y al cabo los que dictan esas audiencias que Pedro tanto homenajea. Y pienso en Tarkovski, por ejemplo, y como sus presupuestos jamás fueron recaudados en taquilla. ¿Sería Pedro capaz de sostener que Tarkovski nos va a sobrevivir gracias a “la audiencia”? Yo creo que no.
Ahora, al final acabo otorgándole razón a Pedro, si como ya dije en el anterior mensaje, todas estas aseveraciones van referidas a esa crítica que alguien llamó en algún momento indigente, rampante.

Sigo a Ichikawa cuando en un bello ensayo publicado por La Gaceta de Cuba en el año 2000, enumera algunas de las estaciones que le son legítimas a la crítica. Recuerdo que elogiaba esa crítica que es capaz de aumentarle belleza a la obra de arte, que la enaltece; también reparaba en aquella que se ejerce como un auténtico ejercicio del pensamiento, al igual que esa que aumenta conocimiento al que la lee. Celebraba aquella que aporta placer a la obra; y sobre todo a la crítica fiel, la que eleva el sentir, la que testimonia sincero aprendizaje, notable magisterio del que la ejerce. Esa es la auténtica crítica.
Es verdad que hay mucha crítica prescindible, pero también mucho cine y como mucha literatura de la que ya nadie se acuerda y que ninguna crítica ha podido salvar del dictamen del juez más severo de todos: el tiempo.
Saludos
Reynaldo Lastres Labrada

No hay comentarios: