viernes, 14 de mayo de 2010
MOLINA´S FEROZZ: EL GUIÓN Y LA PELÍCULA EN FOTOS parte 5
11. INT. MEDIODÍA. CASA DE LA ABUELA.
Tendida sobre la cama, con los ojos en blanco, la Abuela media ciega, olfatea.
ABUELA
¡Dully! ¿Ya llegaste? ¡Dully!
Dully la mira desde el exterior, por la ventana.
La Abuela se incorpora un poco en la cama.
ABUELA
¡No juegues conmigo, Dullito!
Hoy se cumplen 5 años de la muerte de tu padre…
Tienes que llevarle flores, prenderle una vela, hacer un rezo…
Tienes que honrar al hombre que te dio la vida, Dully…
Dully entra a la casa con la cesta en la mano, manteniendo distancia de la Abuela, que sonríe al saberlo próximo.
ABUELA
No seas rencúo, mi cojito lindo…
¿Quién es la única que te hace cositas ricas, ah?
Ven acá, Dully, ¿me trajiste lo que te pedí de Dolores?
(De repente, reacciona) ¿Y ese olor a mierda?
Dully se aproxima, se sienta en la cama, junto a la Abuela. La Abuela tantea, toca la cesta y pone mala cara, él le extiende la cinta. La Abuela toma la cinta, la huele, riendo
ABUELA
El mismo olor a zorra de la puta ésa… Pero…
Algo huele a mierda…
La Abuela rebusca en la canasta, saca un huevo duro, lo huele, pone cara de asco y lanza la canasta por el aire.
ABUELA
¡De nuevo mandó comida de hace cinco días!
¡Ve a meterte la cesta por el culo!
Dully se aleja asustado, mientras la Abuela a tientas blandea su bastón histérica.
ABUELA
¡Tú no cambias, cojo pendejo, siempre tan guanajo!
A mí no me traigas más esa canasta de mierda.
Súbitamente la Abuela se incorpora de la cama y con el bastón busca a Dully para entrarle a golpes.
ABUELA
¡Y es más: desde mañana no quiero que me vengan más con chismes de que te andas haciendo la paja mirando a la chiquita encuerusa ésa! ¡Prepárate porque no la vas a ver más, ella y la puta de su madre se van a ir de estas tierras! (Se detiene y se persigna) ¡Lo juro por el nombre de tu abuelo, Cristóbal Saredi, cojones!
Escondido en un rinconcito del rancho, Dully solloza quedamente, evitando que la Abuela lo descubra. La Abuela tantea la alacena y saca una botella de aguardiente. Con la boca le quita el corcho y se da un buche.
12. EXT. / INT. NOCHE. VENTANA EXTERIOR / COCINA DE CASA DE DOLORES.
Acercamiento subjetivo a la casa, recorrido a través de la ventana de la cocina: en el interior, ante la mesa, está sentada Miranda, mientras Dolores plancha sobre una cobija, en la misma mesa. Sobre la mesa, está el pastel de carne casi completo. Miranda no ha comido casi nada.
DOLORES
No me gusta este silencio y esta oscuridad…
MIRANDA
¿Por qué no? Así se escucha el bosque… el canto de la
lechuza, la siguapa.
Dolores evade la mirada de Miranda.
DOLORES
¡Niña! ¡Tanta quietud anuncia al Mal!
Usted no sabe nada…
MIRANDA
En el bosque no hay nada malo.
Dolores sonríe.
DOLORES
¡Bosque, bosque…! Aquí solo hay manigua na’ más…
Esos son cuentos de los libros esos que nada bueno enseñan…
MIRANDA
La maestra dice que…
DOLORES
¡Esa maestra tuya no sabe nada!
Tú eres una niña, tú no conoce los peligros de la vida.
En noches como ésta, se aparece el Cagüeiro…
MIRANDA
¿El Cagüeiro?
Dolores hace la señal de la cruz.
MIRANDA
¿Qué hace ese Cagüeiro?
DOLORES
Cosas del demonio. Cosas tan malas que la gente pierde
la mente completa... Y las mujeres pierden la vergüenza...
Como su abuela.
MIRANDA
¿Ella siempre ha sido mala?
DOLORES
Tú no sabes, hija, tú no sabes de lo que es capaz…
MIRANDA
(Sonreída)
Yo sé… Pero para eso está el tío Inocencio, ¿no?
Dolores sonríe tristona. Miranda toma un pedazo del pastel de carne, mastica y luego:
MIRANDA
¿Y cómo es ese Cagüeiro?
Dolores mira hacia Miranda, creyendo lo que dice.
DOLORES
Nadie lo ha visto porque se disfraza y sale por las noches
para confundir las almas… Y roba y mata...
Miranda mira inquieta hacia la ventana, parpadea, luego sonríe y baja la cabeza.
MIRANDA
Ay, a mí eso sí me parece un cuento de esos libros…
Miranda mira a Dolores con curiosidad.
DOLORES
Ay, Miranda, qué tú sabes… En una noche como esta,
el Cagüeiro te quiso llevar…
MIRANDA
¿A mí?
DOLORES
Esa noche tu papá se bebió todo el ron que pudo
y el pobre Dully... era tan pequeño. La Abuela no nos quería y no había quien te protegiera… Solo yo… y tu tío Inocencio.
Dolores la mira por unos segundos, se vuelve y sale de cuadro.
Plano subjetivo desde el exterior: Miranda mira hacia la ventana. Respiración agitada, sonido de corriente de un riachuelo.
13. INT. NOCHE. RANCHO DE LA ABUELA.
Dully sentado sobre el piso le prende una vela a lo que queda de un Cristo crucificado, que tiene en su escondite. Mira:
Al fondo, la Abuela bebe aguardiente directamente de la botella mientras está sentada a la mesa.
Dully se hace la señal de la cruz como puede.
La Abuela extiende un papel rojo ajado, sobre la mesa: termina de cortar la cinta púrpura en tres. Echa sal de un pomo, fuma tabaco, le echa humo y ceniza del tabaco. Sobre el papel hay un corazoncito de gallina, clavado con un alfiler. La Abuela comienza a reírse sola, quedamente.
12. CONT.
Dolores plancha, a la vez que Miranda dobla la ropa y la coloca en una cesta.
MIRANDA
Oye, mamá… ¿por qué el tío vive tan solo en su casa?
DOLORES
¡Es una suerte que viva aquí tan cerca, porque si no…!
Miranda mira hacia la ventana.
MIRANDA
¿Y por que siempre tiene puesta esa cruz tan fea?
Dolores contesta sin dejar de planchar.
DOLORES
Inocencio es un hombre leído. Don Cristóbal, tu abuelo que Dios tenga en la gloria, lo mando a estudiar para cura. Ese hombre sí era bueno… Don Cristóbal murió de repente, de manera extraña, y tu papá empezó a beber como loco. Ahí fue cuando Inocencio tuvo que volver para hacerse cargo de las tierras. Y se quedó solo…
Miranda deja de doblar ropa.
MIRANDA
¿Nunca ha tenido esposa? Él no está viejo…
Dolores la mira por un instante y acaricia la idea
DOLORES
No sé… (Reacciona) Pero eso a usted no le importa.
Está bueno ya de cháchara. Vaya a dormir que es tarde
Miranda va hacia la ventana. Mira hacia fuera:
P.V. de Miranda: A lo lejos una ventana de la casita de Inocencio donde hay prendida una tenue luz.
MIRANDA
(Off)
Parece que el tío tampoco tiene sueño.
Miranda se vuelve hacia Dolores.
MIRANDA
Todavía tiene la luz encendida.
DOLORES
Es un santo.
Miranda queda absorta y sonríe.
MIRANDA
(Para sí)
Podría ser mi papá…
Dolores vuelve su mirada hacia Miranda.
DOLORES
¿Qué tú dijiste…?
Miranda va hacia Dolores.
MIRANDA
Nada… Hasta mañana
Miranda le da un beso a Dolores y se va con un suspiro y una pequeña sonrisa.
Dolores la ve alejarse, en su rostro se dibuja una leve mueca. Pone a un lado la cesta de ropa planchada y camina lentamente hacia la ventana y mira embelesada:
La casa de Inocencio.
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