QUÉ RICO PASO E´PALMAR

Acabo de regresar de las vacaciones. Aunque no fueron tan divertidas para mí (no soy un tipo divertido,lo reconozco) pero sí lo fueron para mi familia, aproveché sobre todo para disfrutar con Marleny y las niñas, ya que hacía tiempo no pasábamos vacaciones juntos por yo estar enrredado en filmaciones y otros trabajos.
Estuve en Santiago de Cuba dándole una vuelta a mi mamá que se ha quedado sola en la ciudad héroe. Mi hermana Ileana que vivía allá también se fue de Cuba. Se sigue fragmentando la familia. Por esos días había una mega exposición del artista de la plástica Nelson Dominguez y me di una pasada por el teatro Heredia donde estaban las obras expuestas en compañía de mi amigo Abdala quien registró algunas instantáneas del suceso. Estuve en San Luis en la casa de Dayana, la actriz de Ferozz y compartí con ella, su mamá y su abuelita y demás miembros de la familia. Gente buena. Realmente la pasé bien.
Me fui a la provincia de las Tunas a encontrarme con mi familia y allí, en Chaparra, antes pueblo próspero con uno de los centrales azucareros más importantes del país, hoy pueblo fantasma al haberse demolido el central, me reencontré con mi padre, tíos, y por supuesto Marleny, que es de allí, y las niñas que sí la estaban pasando de maravilla, descalzas todo el tiempo y disfrutando de lo lindo entre el pueblo, la pequeña finca de mi suegro y algún que otro viaje a la Herradura, la playa más cercana. Nos movimos todo el tiempo entre el pueblito y el monte aledaño, comiendo puerco asado, carnero, tamales y demás delicias de la comida criolla. Me di un saltico a las Tunas, la ciudad capital y me arreglé un par de muelas que tenía malitas (hacía como veinte años que no visitaba un dentista) con mi amiga la doctora Diosmides, más amiga de Marleny que mía, pero amiga, persona muy dulce y fanática del septimo arte. Me encontré con el gran amigo tunero Juan Carlos y regresé a Chaparra a disfrutar del Mundial de Atletismo por la televisión. Esa fue la rutina, deportes y comedera y alguna que otra bebedera, aunque no soy muy bebedor que digamos, pero en esa zona es muy dificil no beber, algunos lo hacen para celebrar y disfrutar pero la gran mayoría lo hace para enajenarse. Hay mucha pobreza por esos lugares, de veras. A veces aparecen las cosas, pero lo que no les aparece por allí, es el dinero, se pierde, o sea que faltan los "cualtos", como diría un dominicano. Nada, qué rico "Paso e palmar" que así se llamaba antes el Vedado 3, lugar de donde es mi mujer, esa güajira natural que me acompaña hace ya dieciséis años. ¡¡Qué aguante!!