“Siempre vuelvo a filmar”
Por
Nelson González Breijo
¿Maniático o posmoderno?, ¿irreverente o rebelde
sin causa?, ¿seguidor de Lars Von Trier o asesino de Lady Gaga? El realizador
Jorge Molina parece tener algún don excepcional para etiquetarse en las
disyuntivas más escandalosas. Juega constantemente con los extremos y, de vez
en cuando, los obliga a rozarse en un punto, el suyo, con el fin de ofrecer una
perspectiva siempre explosiva y original.
Para hablar sobre su reciente filme Molina`s Borealis, nos encontramos hace
unos días en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños
(EICTV). Y justo a la hora fatal, en la que mataron a Lola ―quién sabe a cuántas otras
estrellas del pop y la cultura popular―,
empezamos a conversar:
Guion
de Borealis, de Jorge Molina
“El corto cuenta una historia de amor entre dos
personas que van en un rumbo diferente al de la humanidad. Le puse un par de
cositas molinianas, un poco de fin del mundo, y esto de que la protagonista
aparezca como un ser místico que viene del mar, una especie de sirena”.
¿Quiénes
son los personajes de Borealis?
Los actores estaban un poco aterrados porque
ellos no veían a sus personajes. Recuerdo que les dije: “yo tampoco los
conozco, vamos a buscarlos entre los tres”. Lo que sí tenía claro es que él
podía ser un hombre de unos cincuenta años, enfermo y decepcionado; y la
muchacha es un ser distante, que vive como quiere, sin importarle qué dirán los
demás.
Roberto
Perdomo y Leticia León interpretan a los protagonistas, ¿qué criterios tuviste
en cuenta para elegir estos actores?
Perdomo no fue la opción primera. Estúpidamente
no pensé en él, aunque es uno de los actores cubanos que más respeto. Había
visualizado a un buen amigo, Alexis Díaz de Villegas, pero no pudo estar. De
todas formas creo que, con Perdomo, la película ganó mucho.
La muchacha, Leticia León, sí fue un
descubrimiento. Cuando se acercó para decirme que quería trabajar conmigo, le
hice la misma pregunta que siempre hago en esa situación: “¿Tú has visto lo que
hago?...”
La escogí porque tiene la belleza gélida
que yo buscaba para esta historia. Contrasta mucho con el coprotagonista, un hombre
que ya está entrando en los cincuenta y comienza a sentir los achaques de los
años. Ella, en cambio, se ve llena de vida.
En el
corto los personajes no hablan…
Fue un reto, sobre todo con los actores. A ellos
les cuesta mucho no tener texto. A veces una imagen vale más que mil palabras,
pero no es fácil trasmitir emociones con gestos, con miradas. También tuve que
trabajar mucho con el fotógrafo.
La
película se exhibió recientemente en el apartado “Midnight” de la sección
Latinoamérica en Perspectiva dentro del Festival ¿Satisfecho?
Siempre pasa lo mismo con mis películas.
Excepto con Molina´s ferozz,
que fue aceptada en la competencia de óperas prima, ningún corto mío ha
competido nunca. Siempre me etiquetan en alguna sección fuera de competencia. Este
sería el típico cortometraje que cualquier festival querría en el concurso, y
no fue así: ¿Molina?, ¡directo a “Midnight”!
Borealis, de
Jorge Molina
Creo que esa sección de Latinoamérica en Perspectiva tiene cosas más
interesantes que las que están en concurso, no solo por lo fantástico, lo de
terror; hay mucho de bueno ahí. Les decía a unos amigos que lo mejor del evento
es lo poco elitista que es, confluyen montones de estéticas. En otros
festivales de la región se ha adoptado una perspectiva más europea, seguimos
colonizados.
Aquí sí estás viendo cine latinoamericano, no una
selección europea de lo mejor del cine producido en la región. Porque lo que
ellos quieren ver de nosotros ―“y
esto no dejes de ponerlo”, dice Molina― es la miseria. Muchos de mis colegas
latinoamericanos lo que hacen es exportar a Europa lo que aquellos quieren ver:
la pornomiseria. En este festival te ponen de esa pornomiseria, pero
también puedes ver películas de género, excluidas de otros eventos
cinematográficos.
¿Qué
piensas hacer ahora con el filme?
Para Borealis
tengo previsto un estreno mundial en Internet, una semana para que todos lo
puedan ver o descargar; así se lo prometí a los mecenas. Obtuve el dinero para
producirla a través de crowdfunding,
un fenómeno muy interesante porque me permitió darme cuenta de que puede haber
gente interesada en contribuir con cualquier tipo de historias. Es lo que ahora
mismo tengo pensado para mis próximas producciones.
¿Puedes
hablar de esas próximas producciones?
Para 2014 quiero participar en una película
de cuentos que sería realizada por directores de género latinoamericanos. Mi
historia, escrita a seis manos con Maykel R. Ponjuán y Alán González Hernández,
se llama El día que mate a Lady Ga-gá,
inspirada en la frase popular “eran las tres de la tarde cuando mataron a
Lola”.
¿Algún
motivo personal?
A veces me pregunto “¿vale la pena contar estas
historias?, ¿son importantes para alguien, además de para mí como realizador?”.
En cada trabajo que hago esa es una preocupación constante; pero siempre vuelvo
a filmar, siento que no puedo dejar de hacerlo.
Publicado en www.cubacine.cult.cu el 26 / 12 / 2013
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