Ayer sobre las 11:30 a.m. me recogió un automóvil proveniente de Bauta para llevarme a la peña del artista plástico y escritor Denys San Jorge a dar una charla sobre cine cubano. Denys gentilmente había invitado también a Sara Vega, especialista de la Cinemateca de Cuba y una de las personas que organiza la muestra de jóvenes realizadores. Después de almorzar en el restaurante El Cochinito de Bauta nos fuimos a tomar un cafecito a la casa de Yessy, joven realizadora oriunda de este municipio. Después de las presentaciones pertinentes sobre las 2:30 p.m. comenzó la actividad en la biblioteca municipal. En el caso de Sara, su charla era sobre la cartelística en el cine cubano de antes del 59 y el posterior. A través de la historia del cartel cubano, pude apreciar la ascensión y decadencia de nuestro cine nacional, y eso dio pie a mi intervención que fue sobre cine cubano contemporáneo, más enfocada al cine realizado a partir del 90 y sobre todo al cine hecho de manera alternativa fuera del control de las instituciones oficiales. Aunque mi charla fue toda una provocación que terminaba con la frase “El cine cubano ha muerto, viva el cine cubano”, el público aunque interesado, se mostró muy pasivo a la hora del debate; algo a lo que los cubanos aún no acabamos de acostumbrarnos. Todo esto fue el entrante para degustar el plato fuerte de la tarde, el cortometraje Moscú Rojo de Yessy Lezcano. Este fue su trabajo de tesis, su ejercicio de graduación de la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte. Yessy había sido mi alumna en varios cursos de la facultad y nos une una gran amistad. Su película, una adaptación del cuento homónimo del propio Denys San Jorge, aunque es un ejercicio estudiantil de factura correcta con un resultado nada despreciable, le faltó conflicto entre los personajes protagónicos, algo que el cuento sí tenía bien calzado y también faltó más rigor en la dirección de actores. Fue una hermosa tarde rematada con la visita a la paladar EL Tanque donde su dueña y anfitriona Zoila, reconocida artesana del lugar, nos deleitó con unas picaditas, un plato impriovisado por ella a base de plátanos y aceitunas, el cual bauticé como mariquitas a la cascareé. Compartimos y disfrutamos varios tragos con Yessy y parte de su equipo; la editora Hilda y el asistente de dirección Frank . Zoila nos proyectó el mediometraje Casting de Eduardo del Llano (quien días antes estuvo en el lugar y le había obsequiado una copia), el cual muchos de los presentes no habían visto, y donde Molinator interpreta un personaje. Al final selló la tarde calurosa un buen café servido en unas originales tazas de barro que representan unas tazas de inodoro elaboradas por la artesana bautense.
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