Hoy hago una entrada triste en el blog. En estos días se han ido dos figuras del séptimo arte grandes cada una a su manera. Ella, representó el mito erótico más famoso del cine, ejemplo de la mujer liberada autosuficiente y pansexual. El, uno de los directores más viscerales, independientes e irreverentes del cine moderno y padre del pinku eiga. Ella, Silvia Kristel, la bella holandesa que a los 21 años en 1974 se convirtió en ícono sexual global y un poco después en uno de mis objetos masturbatorios de adolescencia (Qué envidia le tengo a Ian McShane). El, Koji Wakamatsu, ex-yakuza, productor y director (Entre sus joyas como productor está
El imperio de los Sentidos de Najisa Oshima) de cintas políticamente incorrectas y antisistema, cargadas de erotismo, violencia y denuncia social.
Nacida en Utrech, Holanda, en 1952, la actriz primero fue secretaria
y después modelo. Fue descubierta casualmente por uno de los colaboradores del fotógrafo Just Jaeckin, mientras veían un comercial. Jaeckin le ofreció protagonizar el que fuera el gran papel de su vida,
"Emmanuelle", la que en los años setenta la convirtió en un mito erótico mundial. La sensual imagen de la joven Kristel de mirada entre
inocente y pícara, pelo corto, sentada en un exótico sillón de mimbre y
con un collar de perlas sobre sus senos desnudos, le devolvían "la razón" a mi abuelo que está muerto. Muchos dirán que
"Emmanuelle" era una basura «camp» con pretensiones esteticistas. A mí me gustó, la jeva estaba linda, la música melosa y en su conjunto la cosa tenía mojo. Que se vayan directamente a la pinga. Sylvia Kristel, fallecía en Amsterdam víctima de un cáncer. Tenía 60 años de edad.
"Wakamatsu debutó en el cine en 1963 con una película para adultos
"Amai
Wana" ("Dulce trampa"). Era considerado padre del "pinku eiga"
(películas niponas de contenido erótico). Varios de sus filmes
estuvieron envueltos en la polémica por su alto contenido erótico, violento y político.
"Mizuno nai
puuru" ("Una piscina sin agua") le otorgó el respaldo de la crítica y le
abrió las puertas a los festivales internacionales de cine.
"Sennen no yuraku" ("El rapto del
milenio"),
su último film, participó en el reciente Festival de Venecia. Murió a los 76 años atropellado por un taxi que imagino, conducía un imbécil.
Pués hoy les hice mi particular homenaje a estas dos figuras proyectando un double feature compuesto por
Caterpillar (2010) y
Emmanuelle (1974), dos películas bastante diferentes y ajenas a las nuevas generaciones de estudiantes de cine. De la proyección de
Caterpillar, algunos estudiantes no pudieron aguantar la crudeza de sus imágenes y dejaron la sala perturbados. Que se dejen de comer mierda y se pongan pa las cosas, que el cine fofo y pajero de gente que camina desde el horizonte hacia cámara que les arrebata, no tiene cabida en el universo moliniano. Mientras redacto esta entrada, se proyecta
Emmanuelle, tampoco la conocían. Sobreviven en la sala un grupo de curiosos que les motivó la presentación previa que hice del filme.
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