compuesto por pequeñas historias que ocurren en el hermoso pueblo costero de Gibara, poblado ubicado en la provincia de Holguín, sede del Festival Internacional de Cine Pobre. Estoy seguro que tendremos que cortarlo un poquito, aunque me gustaría defender su duración ante los creadores del proyecto. Créanme que este de casi diez minutos está bastante potente. Le decía a Ramiro que podría quedarse como un redux y meterlo como bonus en algún DVD. En espera de la aprobación del compañero director, aquí les van unas stills del cortometraje que aunque contienen spoilers, están muy sugerentes.
lunes, 30 de abril de 2012
GÍBAROS STILLS
Este fin de semana armé un corte de casi diez minutos de GÍBAROS,el cortometraje instantáneo que rodamos en Gibara. Hoy le envío a Ramiro el corte para que de su aprobación o haga los apuntes necesarios para mejorarlo. En principios Gíbaros es un cortometraje que formaría parte del largometraje Gibaras
miércoles, 25 de abril de 2012
GÍBAROS
Acabo de retornar de Gibara. Estuve participando en el 10mo Festival Internacional de Cine Pobre. En principios mi presencia allí se debía a que mi long time friend Ramiro García Bogliano, formaba parte del jurado principal(junto al cantautor Luís Eduardo Aute y al cineasta australiano Michael Rowe), y además rodaría un cortometraje como parte del largometraje conformado por pequeñas historias GIBARAS.
En el correr de los días, caminando por Gibara, un pueblo costero hermosísimo, con mi flamante cámara Sony en mano, observando a la gente, alegres, en festival, hice algunas fotos de los rodajes que iban aconteciendo y me convertí en una especie de observador y cronista. Pude constatar que aunque la idea del largometraje era muy hermosa, no estaba bien solidificada y no había un concepto coherente de productor como elemento aglutinador de un grupo de directores que ruedan historias imbricadas por un hilo conductor. La producción era bastante caótica donde destacaban por un lado, realizadores responsables como Santana o Kike Álvarez, el propio Ramiro, o recién llegados como Angelo, que rodó un corto protagonizado por Renecito de la Cruz y unos actores chinos de verdad, no falsos, y por otro lado un grupo de jovencitos jugando a ser el cineasta con ataque de histeria incluido.
No se acaban de dar cuenta que esto puede ser un juego, por supuesto, pero un juego muy serio. Me recordaban los ejercicios de un minuto de la FAMCA, como dijo una amiga ex alumna mía. Hay que ir más allá de la vacuidad de los sombreritos, los aretticos, las mochilitas y las chancleticas dupé. ¡Hay que madurar! No se si las historias contadas o no contadas, van a lograr armar en la edición un largo coherente, no lo se. Igual es una idea linda que puede mejorarse en el próximo festival. Volviendo a lo mio, me hacía mucha ilusión volver a trabajar con Ramiro ya que desde el 2000 no trabajábamos juntos. La idea de Ramiro era volver a tener juntos al mismo reparto de su tesis de graduación en la EICTV, Policlínico Miserable. Tito Junco ya no está entre nosotros, entonces la idea era juntarnos a Violeta Rodríguez y a mí en un corto homenaje a ese género tan de moda ahora rebautizado como torture porn. Ramiro traía una especie de boceto de guión con algunas ideas sobre una pareja que se profesaba un amor fou y que era capaz de matar por ello, había reminiscencias de un cortito de tres minutos que rodamos juntos en el 1997, Monga una historia de amor y era como una especie de homenaje en pequeño formato a The Honeymoon Killers de Leonard Kastle y Profundo Carmesí de Arturo Ripstein. Por la carga de Ramiro como jurado (también tenía que presentar la película de su hermano Adrián, Sudor Frío, de la cual, es coguionista y productor ejecutivo), la agenda tan apretada de Violeta como parte del comité organizador del evento, concretar el sueño se hizo imposible de una forma pero fructificó de otra.
Hago un paréntesis aquí para contarle la experiencia de visitar en Holguín los estudios de animación ANIMA y ver el trabajo que están haciendo un grupo de muchachos bajo la batuta de Adrián López Morín, que empezando de cero, se lanzaron a hacer Abdala inspirado en el poema teatral homónimo de José Martí, con un resultado más que loable, a pesar de algunas fisuras que pueda tener. Lástima que la historia pedía para un largo. Sigan así. Cierro paréntesis.
En la noche, en la cafetería del hotel Pernik, en Holguín, entre cervezas y conversaciones sobre nuestras familias, el pasado y el cine, por supuesto, suprimimos diálogos, sintetizamos la historia y cerramos el guión en unos treinta minutos como un ejercicio de cine instantáneo, nos concentramos en un solo trabajo porque requería una puesta en escena simple pero efectiva, ya que tenía uso de sangre artificial que había que inventarla y algo de sexo que requiere tiempo de trabajo. Cuento que meses antes yo había presentado un hermoso guión para la película pero nunca recibí respuesta del festival. Entonces me encuentro por esos días de festival, al amigo Lester Hamlet, director del evento y acuariano igual que yo, quien me dice que ruede un corto, que tengo que hacer uno, le digo, -Lester, yo envié un guión y ni lo consideraron, -No importa, me dice, -¡Rueda algo! Bueno, una puta locura, me dije, ruedo Snake Woman, con una amiga muy querida, Ingrid; claro, si la encuentro en el festival. La encontré, pero, acompañada de su novio, le comenté que quería usarla en un corto instantáneo y me dijo que le llamara, después desapareció sin dejar huellas. Decidí que Ramiro y yo nos concentráramos en GÍBAROS, nuestra historia de amor bizarra, ya que no había tiempo para el otro corto.
Armé una preproducción guerrillera al más puro estilo Postiglione el viernes 20 de abril, acompañado de un par de jóvenes animadores Marcel y Ramón, la novia de este, Yarima y Angelo, joven realizador que fungió de productor de campo y yo como productor ejecutivo, director asesor o director invitado y actor, me lancé a organizar la producción, mientras mi amigo, se concentraba en sus actividades de jurado serio. Conseguimos que la maravillosa actriz mexicana Mónica del Carmen, protagonista de Año Bisiesto, interpretara a mi pareja Saskia, la bella Rebecca Proenza interpretara a Ketty, mi supuesta amante, y yo, Molinator, a Rutger Cardona, como homenaje a nuestro adorado androide de Blade Runner y a ese otro maestro de la sicotronía e hijo ilustre de Gibara, René Cardona, El Gibareño, actor y director cubano que hizo una importante carrera en México. Con una cámara prestada por el evento, nos lanzamos a la batalla. Nos ayudaron gente maravillosa del pueblo como Jorge y Consuelo que prestaron su casa, Carmen Luísa, Maylén y otros maravillosos vecinos.
El sábado 21 rodamos el corto, con Ramiro tras la cámara, Yamil Santana en la fotografía, acompañado por El Ruso, Papo como asesor de sonido e Irina Carballosa, una alumna mia holguinera como sonidista, al final se nos unió Mila como chica para todo. Fue un placer total hacerlo, volver a trabajar con Ramiro, compartir escena
con Mónica y pasar un rato agradable con un grupo de amigos, haciendo lo que más nos gusta, ¡rodaaar!!!
Este fin de semana voy a hacer una pre-edición para enviarle a Ramiro lo más pronto posible a ver qué le parece. Puede quedar lindo el corto, puede verse muy jíbaro, Gíbaros. Pronto unas imágenes sacadas del final cut, ya que las stills absurdamente fueron borradas de mi cámara por el dedo guajiro de Marcel. Y créanme que eran muy potentes.
sábado, 14 de abril de 2012
UN EXTRAÑO VISITANTE
La extraña visita de Jafar Panahi a La Habana
por Jorge Ferrer
Anoche comenzó en La Habana una muestra de cine iraní. Asghar Farhadi, con su Oscar todavía rutilante, viajó a presentarla y ha concitado la atención que merece. Pero no es él el “visitante” que llamó mi atención.
Ideologías aparte, la idea me parece estupenda. Y me lo parece porque la filmografía iraní cuenta con perlas magníficas. (También con un público de una cultura cinemátografica enorme, como tuve ocasión de comprobar en un viaje a Irán en noviembre pasado.) Y porque me felicito de que los espectadores, y los cineastas, cubanos puedan acceder de primera mano a esas películas.
Un país, Cuba, donde vimos mucho cine siempre y gozamos de una suerte que no tuvieron muchos durante la Guerra Fría. Entonces, en La Habana se podía ver el mejor cine polaco, soviético o de cualquier otro país del llamado Bloque del Este. Y también el mejor cine francés e italiano o el mejor cine norteamericano y británico. Y, por si fuera poco, la mejor cinematografía de América Latina y Brasil. Por escaso que fuera el circuito de proyecciones, lo cierto es que la cultura cinematográfica de la que podíamos proveernos los cinéfilos en La Habana era de un nivel de actualidad y de una amplitud al alcance de pocas ciudades del mundo.
Pero otro es el asunto que me interesa. A saber, que el programa de proyección de esta Semana de Cine Iraní en La Habana contiene un elemento desasosegante. Quien repase la nómina de películas descubrirá ahí El globo blanco, el espléndido debut cinematográfico de Jafar Panahi.
De Jafar Panahi.
Jafar Panahi.
¿Ya se ubicaron?
El 20 de diciembre de 2010 Jafar Panahi fue condenado por un tribunal de Teherán a 6 años de cárcel y 20 de inhabilitación para hacer cine, viajar al extranjero o conceder entrevistas.
La condena siguió a sucesivas detenciones —la primera cuando acudió al funeral de Neda, la joven asesinada por las milicias basiyi, cuya agonía dio la vuelta al mundo—, a huelgas de hambre, a un extraordinario movimiento de solidaridad mundial, a llamamientos desde la prisión que aparecieron en los principales periódicos del mundo.
Jafar Panahi vive hoy recluido y tiene prohibido empuñar arma tan peligrosa como una cámara de cine durante los próximos 20 —¡VEINTE!— años. En This is not a film (2011), una no-película, se narra su vida de confinamiento, su dolor por que se le haya negado la posibilidad de ser un artista.
Ahora, pregúntense qué hace Jafar Panahi “visitando” La Habana como si fuera un cineasta iraní más y cómo verá el público su película. ¿Explicará alguien que se trata de un artista asesinado como tal por el régimen iraní? Porque, oigan, ¿desde cuándo un régimen -desde el soviético en adelante…- incluye a un intelectual condenado por atentar “contra la seguridad del Estado” en una acción de proyección de la cultura en el exterior? ¿Tan seguros están los programadores iraníes de que Cuba es un país que vive de espaldas al mundo y que, por lo mismo, la inclusión de Panahi en esa Semana pasará desapercibida?
Una siniestra visita, por lo menos. La de un hombre que quiso ser libre y está pagando el precio de su insolencia, mientras lo utiliza en su favor el Estado que lo silenció. Nadie se lo dirá allí al público cubano. Corran la voz.
por Jorge Ferrer
Anoche comenzó en La Habana una muestra de cine iraní. Asghar Farhadi, con su Oscar todavía rutilante, viajó a presentarla y ha concitado la atención que merece. Pero no es él el “visitante” que llamó mi atención.
Ideologías aparte, la idea me parece estupenda. Y me lo parece porque la filmografía iraní cuenta con perlas magníficas. (También con un público de una cultura cinemátografica enorme, como tuve ocasión de comprobar en un viaje a Irán en noviembre pasado.) Y porque me felicito de que los espectadores, y los cineastas, cubanos puedan acceder de primera mano a esas películas.
Un país, Cuba, donde vimos mucho cine siempre y gozamos de una suerte que no tuvieron muchos durante la Guerra Fría. Entonces, en La Habana se podía ver el mejor cine polaco, soviético o de cualquier otro país del llamado Bloque del Este. Y también el mejor cine francés e italiano o el mejor cine norteamericano y británico. Y, por si fuera poco, la mejor cinematografía de América Latina y Brasil. Por escaso que fuera el circuito de proyecciones, lo cierto es que la cultura cinematográfica de la que podíamos proveernos los cinéfilos en La Habana era de un nivel de actualidad y de una amplitud al alcance de pocas ciudades del mundo.
Pero otro es el asunto que me interesa. A saber, que el programa de proyección de esta Semana de Cine Iraní en La Habana contiene un elemento desasosegante. Quien repase la nómina de películas descubrirá ahí El globo blanco, el espléndido debut cinematográfico de Jafar Panahi.
De Jafar Panahi.
Jafar Panahi.
¿Ya se ubicaron?
El 20 de diciembre de 2010 Jafar Panahi fue condenado por un tribunal de Teherán a 6 años de cárcel y 20 de inhabilitación para hacer cine, viajar al extranjero o conceder entrevistas.
La condena siguió a sucesivas detenciones —la primera cuando acudió al funeral de Neda, la joven asesinada por las milicias basiyi, cuya agonía dio la vuelta al mundo—, a huelgas de hambre, a un extraordinario movimiento de solidaridad mundial, a llamamientos desde la prisión que aparecieron en los principales periódicos del mundo.
Jafar Panahi vive hoy recluido y tiene prohibido empuñar arma tan peligrosa como una cámara de cine durante los próximos 20 —¡VEINTE!— años. En This is not a film (2011), una no-película, se narra su vida de confinamiento, su dolor por que se le haya negado la posibilidad de ser un artista.
Ahora, pregúntense qué hace Jafar Panahi “visitando” La Habana como si fuera un cineasta iraní más y cómo verá el público su película. ¿Explicará alguien que se trata de un artista asesinado como tal por el régimen iraní? Porque, oigan, ¿desde cuándo un régimen -desde el soviético en adelante…- incluye a un intelectual condenado por atentar “contra la seguridad del Estado” en una acción de proyección de la cultura en el exterior? ¿Tan seguros están los programadores iraníes de que Cuba es un país que vive de espaldas al mundo y que, por lo mismo, la inclusión de Panahi en esa Semana pasará desapercibida?
Una siniestra visita, por lo menos. La de un hombre que quiso ser libre y está pagando el precio de su insolencia, mientras lo utiliza en su favor el Estado que lo silenció. Nadie se lo dirá allí al público cubano. Corran la voz.
miércoles, 11 de abril de 2012
CARTA DE RICARDO FIGUEREDO
Esta carta de Ricardo me llegó hoy, pero debe tener unos días de escrita, durante la recién finalizada Muestra de Jóvenes Realizadores.
La muestra de nuevos realizadores del ICAIC, es un espacio por el que siempre he sentido mucha gratitud. Ya desde el año 2007, cuando la Asociación Hermanos Sainz me prohibió exhibir en la “Madriguera” mi documental “Sexo, Historias y Cintas de Video”, su anterior presidente Jorge Luis Sánchez, lo aceptó dentro de este certamen, y fui muy bien recibido por todos en ese momento; desde entonces he tenido una cercanía muy especial con todos lo que han hecho posible este evento tan esperado, especialmente por los nuevos realizadores.
Este espacio promueve el debate por las preocupaciones de los jóvenes en esta sociedad, que son mostradas a través del audiovisual. Se creó un espacio interesantísimo llamado “Moviendo Ideas”, donde se analiza, se discute y se realizan críticas acerca los problemas que de una manera u otra la oficialidad enmascara mediante de la censura.
He estado vinculado a esta palabra en casi toda mi obra como cineasta, tanto como productor en los conocidos cortos de Eduardo del Llano, como en los propiamente realizados. No quiero hacer de esto un reproche causado por la censura en este certamen de mi documental “Despertar”, no voy a “cagarme” en el gobierno, ni en la Seguridad del Estado, solo quiero señalar y hacer saber que me parece mal que hayan herido la utopía del “poder decir” de los jóvenes, de los que quieren “decir” para el bien y no para el mal; para analizar los problemas de Cuba no hay que esconderse, no hay que sentir vergüenza de decirlos por el temor a que un quimérico te grite en la calle: ¡GUSANO! Me siento mal porque me doy cuenta que ese “Mundo Mejor Posible” no lo va a poder ver mi hija, debido a que simplemente no podrá opinar, o porque tendrá miedo a que la arresten en su casa en cualquier momento sólo porque algún mandatario oportunista tendrá temor a que se exprese. Me siento mal porque hay algunos que creen que porque hicieron algo, en algún momento, eso les da la oportunidad y el poder de sentarse a ver como sus colegas son despojados de sus derechos de decir y opinar. No estoy haciendo un llamado de solidaridad con “Despertar”, soy lo bastante consciente de los errores de realización que tiene y para mi beneficio se ha convertido en la película que todos quieren ver ahora. Debo agradecer a gente que aun existe, gente que con coraje e inteligencia realizan un excelente y respetuoso juicio y se han expresado no precisamente para apoyar “Despertar” sino apostando por la libertad más sublime de todos los seres humanos, la “libertad de expresión”.
En el día de hoy, la oncena Muestra de jóvenes realizadores exhibirá “Operación Alfa”, mi película ¨no censurada ¨, solo que será en la Sala “Titón” del ICAIC, una sala para 30 personas y a las 9:00 de mañana.
Ricardo Figueredo Oliva
La muestra de nuevos realizadores del ICAIC, es un espacio por el que siempre he sentido mucha gratitud. Ya desde el año 2007, cuando la Asociación Hermanos Sainz me prohibió exhibir en la “Madriguera” mi documental “Sexo, Historias y Cintas de Video”, su anterior presidente Jorge Luis Sánchez, lo aceptó dentro de este certamen, y fui muy bien recibido por todos en ese momento; desde entonces he tenido una cercanía muy especial con todos lo que han hecho posible este evento tan esperado, especialmente por los nuevos realizadores.
Este espacio promueve el debate por las preocupaciones de los jóvenes en esta sociedad, que son mostradas a través del audiovisual. Se creó un espacio interesantísimo llamado “Moviendo Ideas”, donde se analiza, se discute y se realizan críticas acerca los problemas que de una manera u otra la oficialidad enmascara mediante de la censura.
He estado vinculado a esta palabra en casi toda mi obra como cineasta, tanto como productor en los conocidos cortos de Eduardo del Llano, como en los propiamente realizados. No quiero hacer de esto un reproche causado por la censura en este certamen de mi documental “Despertar”, no voy a “cagarme” en el gobierno, ni en la Seguridad del Estado, solo quiero señalar y hacer saber que me parece mal que hayan herido la utopía del “poder decir” de los jóvenes, de los que quieren “decir” para el bien y no para el mal; para analizar los problemas de Cuba no hay que esconderse, no hay que sentir vergüenza de decirlos por el temor a que un quimérico te grite en la calle: ¡GUSANO! Me siento mal porque me doy cuenta que ese “Mundo Mejor Posible” no lo va a poder ver mi hija, debido a que simplemente no podrá opinar, o porque tendrá miedo a que la arresten en su casa en cualquier momento sólo porque algún mandatario oportunista tendrá temor a que se exprese. Me siento mal porque hay algunos que creen que porque hicieron algo, en algún momento, eso les da la oportunidad y el poder de sentarse a ver como sus colegas son despojados de sus derechos de decir y opinar. No estoy haciendo un llamado de solidaridad con “Despertar”, soy lo bastante consciente de los errores de realización que tiene y para mi beneficio se ha convertido en la película que todos quieren ver ahora. Debo agradecer a gente que aun existe, gente que con coraje e inteligencia realizan un excelente y respetuoso juicio y se han expresado no precisamente para apoyar “Despertar” sino apostando por la libertad más sublime de todos los seres humanos, la “libertad de expresión”.
En el día de hoy, la oncena Muestra de jóvenes realizadores exhibirá “Operación Alfa”, mi película ¨no censurada ¨, solo que será en la Sala “Titón” del ICAIC, una sala para 30 personas y a las 9:00 de mañana.
Ricardo Figueredo Oliva
lunes, 9 de abril de 2012
¿A Gibara me voy?
Aquí les va la carta que me envía el realizador José Armando Estrada sobre la extraña salida de su cortometraje UNA PELI PORNO del largometraje Gibaras, a rodarse en el poblado costero del mismo nombre durante el Festival de Cine Pobre en los próximos días.
Para Jorge Molina
Hermano hoy por primera vez vi tu blog y me pareció muy atrayente. Enterarme de casos y cosas que pasan en la familia del audiovisual cubano, es siempre interesante desde una óptica intimista y personal; donde las palabras navegan con amplio sentido hacia lados claros, ocultos o en semipenumbras, alumbrados por las luces no de neón, sino de la verdad relativa o la verdad inmediata, de muchos o de pocos. El saber es privativo de algunos, pero el discursar es un regalo del universo para todos. El debate, la euforia, la complacencia o la virtual razón de nuestra cotidianeidad, en ocasiones son detonantes para la disputa o la confrontación de voluntades, necesarias en ocasiones o innecesarias en otras. La vida demuestra en cada instante que todo es relativo y que las posiciones siempre cambian; acorde a interés y poderes. Y sucede como en el sexo, hoy unos están arriba y otros mañana o al rato debajo. Todo pasa, y pasa todo, y lo que queda siempre para pocos, son los recuerdos de jeroglíficos, impuestos o dejados de imponer desde hace décadas. Pero no es sobre los altercados, o las contestas públicas, o de pirámides, o de sexología, de lo que quiero comentarte o hablarte. Es algo diferente, donde cualquier similitud con la realidad pudiera ser pura e incuestionable coincidencia.
Ante todo quiero que me felicites, y no precisamente a mí, sino a todos los realizadores de tu querida provincia, Santiago de Cuba; porque a través de un guión que envié, al concurso de largometraje Gibaras, del Festival Internacional de Cine Pobre, fuimos elegidos, (y asumo que por la cubanía; la trascendencia y la siempre inmediatez del tema, haya sido escogido el guión, ¨al principio¨); para participar en dicho festival; y al fin, poder los realizadores santiagueros (que vivimos acá; no en la Capital de todos los cubanos; que viven allá) filmar un corto, que sería parte de un largometraje, casi producido por una institución o un evento ¨prestigioso¨ como es el mencionado.
Acá saltamos de alegría y fervor (los ¨guajiros¨ somos así), dándonos ínfulas de directores famosos, despertando sueños, en fin toda la sarta de vanidades y ambigüedades, que se les ocurre a una persona cuando, casi, tiene su sueño por cumplir. Y nos mirábamos felices, con alegría, no por uno, sino por todos juntos. Y no teníamos una gorda porque el director capitalino de casting, nos informó que todas las actrices de la urbe, son flacas (y como me gusta una flaca compay); pero eso no nos amilanó, y acá conseguimos la gorda, que de no ser así hasta yo me disfrazaba de gorda (todo por los sueños). Y también conseguimos a un negrito tinto y flaco, con dientes blancos y bemba rechoncha. Y prácticamente solo nos quedaba quien nos hiciera el personaje de Pedro, y por supuesto Emmanuel y yo, pensamos en ti, con tu fotogenia vital, y con picardía santiaguera. Creímos que eres el Almodóvar clásico, y por eso te llamamos. Casi lo teníamos todo, con la ayuda de una productora capitalina, casi oriunda de por acá; casi, casi teníamos el filme hecho, y ahí mismo empezamos a reírnos, porque a los guajiros siempre les pasa lo mismo, con lo del fatalismo, no mágico, sino real. ¡Que suerte compay! Algo no llegó, algo falló, y alguien tiene que jorobarse en mal cubano y joderse en perfecto español, y como eres buen adivinador, ya sabes a esta altura quienes fueron.
Haciéndote un flash back corto, te diré que el 19 de marzo del 2012, día transcendental en mi vida, recibo la noticia por correo, que fui elegido entre 8 cortos seleccionados para integrar el filme Gíbaras en el evento de cine pobre. Luego se me pone en contacto con el productor general del filme, el cual me dice que son 15 cortos, y que, por lo menos el mío, iba a contar con el equipamiento de producciones El Central, unos jóvenes estelares de allá, no del lado de más allá, sino de allá, pero de acá. El día 3 de abril; nuestra productora, habla con Emmanuel y le expresa muy apenada que, recibió la noticia, de que producto, a que no llegó un equipamiento del exterior, es decir del lado de más allá, los últimos 5 cortos que entraron deberán quedar fuera. Y parece que la cifra se corre y ya no estábamos entre los 8 primeros, sino entre los últimos 5 de los 15; en sí que más da, 15 que 8, u 80. Eso sucedió el martes 3, hoy es lunes 9, y aún los organizadores del festival, no se han dignado en ponerse en contacto, para aclarar, justificar, disculparse, o dar una satisfacción o una variante estratégica, al respecto. Aún, pese a nuestra experiencia recorrida, no aprendemos lo que es calidad en todos los sentidos de la vida. FADE IN.
Y nosotros acá, seguimos riéndonos, porque no cabe en nuestra historia de realizaciones, la tristeza, ni la derrota. En muchas ocasiones no nos aceptan en muchos festivales de acá o de allá; pero seguimos haciendo cosas, con una lata, con un palo, con el ingenio, con apego y con los testículos; haciendo un cine más que pobre, o indigente, un cine de EXTERMINIO, (término acuñado por un sonidista de mi largometraje, en postproducción actualmente titulado: SIERVOS ), un cine que te aniquila a diario, que hace que la mujer te bote, que no tengas para comer, o para arreglar los muebles y pintar la casa; pero que te llena de gozo y satisfacción al final, cuando en la pantalla ves tu obra, o cuando la repartes a los amigos o conocidos. Sabes bien que nosotros acá, hacemos cine porque nos place, que por ahora no renunciamos a nuestro terruño o lugar de origen, como otros, que aplaudo y admiro, por su valentía de irse a buscar lo que no pueden encontrar aquí. Ya yo soy un hombre mayor, de muchas edades, pero con un alma joven y con deseos de hacer y seguir haciendo, y nunca me cansaré, por eso escribí UNA PELI PORNO EN GIBARA, donde cinco realizadores cansados de ser vapuleados, no aceptados en los eventos, optan por hacer un filme porno pese a todo. Un corto ligero en tono de comedia blanca, no negra; que habla sobre el trabajo que pasamos todos, a la hora de hacer un filme, y crítica desde un posición certera, a muchos eventos y funcionarios encargados de los mismos; homenajeando a su vez a todo el cine desde sus inicios hasta la actualidad. Los cinco realizadores (a lo cubano) son Steven (Spielberg); Martín (Scorcese); Quentín (Tarantino); Francis (Ford Coppola) y Pedro (Almodóvar), estos se enfrentan a una serie de vicisitudes, pero dejando, incluso su vida en el empeño, logran realizar sus sueños.
Sin embargo hermano, hoy decidieron (y quisiera no saber el porqué) quitarnos el placer de hacer y de divertirnos, por cualquier circunstancia, y no me preocupan las razones que se expongan, ni las explicaciones que me den para dejarnos fuera de la competencia del tal ¨digno¨ festival. Los santiagueros somos santiagueros, y como decía Maceo ni pedimos, ni mendigamos. Lo que se haya decido, decidido está (pese a que Emmanuel se moleste, o se encabrone; y me diga que no es justo; que si hay al menos tres cortos de LA HABANA, coño, que dejen uno y no nos pongan fuera a los del Oriente; o pese que Humberto se levante traumatizado de su descanso eterno, y para compensar nos pida una foto con Adela Legrá, como nos la pidió cuando filmamos el documental ¨Quién me quita lo bailao). Hermano la vida es como viene, aunque muchos crean que determinan sobre otros; todo eso es falso. La libertad no consiste en creernos ser libres, o que otros nos digas que somos libres, sino en sentirse desde dentro libres, por encima de cualquier mezquindad, atributo o deseo; por encima de cualquier religión, credo o ideología. Te diré con sinceridad; que ya ni me inquieta o preocupa no poder filmar ese corto allí; ya lo haremos un día acá, con nuestros propios medios, con nuestros propios esfuerzos como siempre lo hemos hecho. Y creo que más que un problema, esta experiencia constituye una oportunidad para seguir aprendiendo de las personas y seguir batallando hasta la muerte por nuestros sueños, de hacer cine o audiovisuales. Solo pienso en la tristeza que tendrán aquellos; que se dicen directores de cine, y que aman mucho al séptimo arte, y que se privan hoy, de ver materializado, un corto como UNA PELI PORNO; que desde su primera página es una lección de cinematografía y un homenaje a todos nosotros, los de acá y los de allá; todos los que dejamos día a día la vida en cada fotograma, en cada plano. Es una pena, y una lástima ¿no crees, brother?
Jaeh
Para Jorge Molina
Hermano hoy por primera vez vi tu blog y me pareció muy atrayente. Enterarme de casos y cosas que pasan en la familia del audiovisual cubano, es siempre interesante desde una óptica intimista y personal; donde las palabras navegan con amplio sentido hacia lados claros, ocultos o en semipenumbras, alumbrados por las luces no de neón, sino de la verdad relativa o la verdad inmediata, de muchos o de pocos. El saber es privativo de algunos, pero el discursar es un regalo del universo para todos. El debate, la euforia, la complacencia o la virtual razón de nuestra cotidianeidad, en ocasiones son detonantes para la disputa o la confrontación de voluntades, necesarias en ocasiones o innecesarias en otras. La vida demuestra en cada instante que todo es relativo y que las posiciones siempre cambian; acorde a interés y poderes. Y sucede como en el sexo, hoy unos están arriba y otros mañana o al rato debajo. Todo pasa, y pasa todo, y lo que queda siempre para pocos, son los recuerdos de jeroglíficos, impuestos o dejados de imponer desde hace décadas. Pero no es sobre los altercados, o las contestas públicas, o de pirámides, o de sexología, de lo que quiero comentarte o hablarte. Es algo diferente, donde cualquier similitud con la realidad pudiera ser pura e incuestionable coincidencia.
Ante todo quiero que me felicites, y no precisamente a mí, sino a todos los realizadores de tu querida provincia, Santiago de Cuba; porque a través de un guión que envié, al concurso de largometraje Gibaras, del Festival Internacional de Cine Pobre, fuimos elegidos, (y asumo que por la cubanía; la trascendencia y la siempre inmediatez del tema, haya sido escogido el guión, ¨al principio¨); para participar en dicho festival; y al fin, poder los realizadores santiagueros (que vivimos acá; no en la Capital de todos los cubanos; que viven allá) filmar un corto, que sería parte de un largometraje, casi producido por una institución o un evento ¨prestigioso¨ como es el mencionado.
Acá saltamos de alegría y fervor (los ¨guajiros¨ somos así), dándonos ínfulas de directores famosos, despertando sueños, en fin toda la sarta de vanidades y ambigüedades, que se les ocurre a una persona cuando, casi, tiene su sueño por cumplir. Y nos mirábamos felices, con alegría, no por uno, sino por todos juntos. Y no teníamos una gorda porque el director capitalino de casting, nos informó que todas las actrices de la urbe, son flacas (y como me gusta una flaca compay); pero eso no nos amilanó, y acá conseguimos la gorda, que de no ser así hasta yo me disfrazaba de gorda (todo por los sueños). Y también conseguimos a un negrito tinto y flaco, con dientes blancos y bemba rechoncha. Y prácticamente solo nos quedaba quien nos hiciera el personaje de Pedro, y por supuesto Emmanuel y yo, pensamos en ti, con tu fotogenia vital, y con picardía santiaguera. Creímos que eres el Almodóvar clásico, y por eso te llamamos. Casi lo teníamos todo, con la ayuda de una productora capitalina, casi oriunda de por acá; casi, casi teníamos el filme hecho, y ahí mismo empezamos a reírnos, porque a los guajiros siempre les pasa lo mismo, con lo del fatalismo, no mágico, sino real. ¡Que suerte compay! Algo no llegó, algo falló, y alguien tiene que jorobarse en mal cubano y joderse en perfecto español, y como eres buen adivinador, ya sabes a esta altura quienes fueron.
Haciéndote un flash back corto, te diré que el 19 de marzo del 2012, día transcendental en mi vida, recibo la noticia por correo, que fui elegido entre 8 cortos seleccionados para integrar el filme Gíbaras en el evento de cine pobre. Luego se me pone en contacto con el productor general del filme, el cual me dice que son 15 cortos, y que, por lo menos el mío, iba a contar con el equipamiento de producciones El Central, unos jóvenes estelares de allá, no del lado de más allá, sino de allá, pero de acá. El día 3 de abril; nuestra productora, habla con Emmanuel y le expresa muy apenada que, recibió la noticia, de que producto, a que no llegó un equipamiento del exterior, es decir del lado de más allá, los últimos 5 cortos que entraron deberán quedar fuera. Y parece que la cifra se corre y ya no estábamos entre los 8 primeros, sino entre los últimos 5 de los 15; en sí que más da, 15 que 8, u 80. Eso sucedió el martes 3, hoy es lunes 9, y aún los organizadores del festival, no se han dignado en ponerse en contacto, para aclarar, justificar, disculparse, o dar una satisfacción o una variante estratégica, al respecto. Aún, pese a nuestra experiencia recorrida, no aprendemos lo que es calidad en todos los sentidos de la vida. FADE IN.
Y nosotros acá, seguimos riéndonos, porque no cabe en nuestra historia de realizaciones, la tristeza, ni la derrota. En muchas ocasiones no nos aceptan en muchos festivales de acá o de allá; pero seguimos haciendo cosas, con una lata, con un palo, con el ingenio, con apego y con los testículos; haciendo un cine más que pobre, o indigente, un cine de EXTERMINIO, (término acuñado por un sonidista de mi largometraje, en postproducción actualmente titulado: SIERVOS ), un cine que te aniquila a diario, que hace que la mujer te bote, que no tengas para comer, o para arreglar los muebles y pintar la casa; pero que te llena de gozo y satisfacción al final, cuando en la pantalla ves tu obra, o cuando la repartes a los amigos o conocidos. Sabes bien que nosotros acá, hacemos cine porque nos place, que por ahora no renunciamos a nuestro terruño o lugar de origen, como otros, que aplaudo y admiro, por su valentía de irse a buscar lo que no pueden encontrar aquí. Ya yo soy un hombre mayor, de muchas edades, pero con un alma joven y con deseos de hacer y seguir haciendo, y nunca me cansaré, por eso escribí UNA PELI PORNO EN GIBARA, donde cinco realizadores cansados de ser vapuleados, no aceptados en los eventos, optan por hacer un filme porno pese a todo. Un corto ligero en tono de comedia blanca, no negra; que habla sobre el trabajo que pasamos todos, a la hora de hacer un filme, y crítica desde un posición certera, a muchos eventos y funcionarios encargados de los mismos; homenajeando a su vez a todo el cine desde sus inicios hasta la actualidad. Los cinco realizadores (a lo cubano) son Steven (Spielberg); Martín (Scorcese); Quentín (Tarantino); Francis (Ford Coppola) y Pedro (Almodóvar), estos se enfrentan a una serie de vicisitudes, pero dejando, incluso su vida en el empeño, logran realizar sus sueños.
Sin embargo hermano, hoy decidieron (y quisiera no saber el porqué) quitarnos el placer de hacer y de divertirnos, por cualquier circunstancia, y no me preocupan las razones que se expongan, ni las explicaciones que me den para dejarnos fuera de la competencia del tal ¨digno¨ festival. Los santiagueros somos santiagueros, y como decía Maceo ni pedimos, ni mendigamos. Lo que se haya decido, decidido está (pese a que Emmanuel se moleste, o se encabrone; y me diga que no es justo; que si hay al menos tres cortos de LA HABANA, coño, que dejen uno y no nos pongan fuera a los del Oriente; o pese que Humberto se levante traumatizado de su descanso eterno, y para compensar nos pida una foto con Adela Legrá, como nos la pidió cuando filmamos el documental ¨Quién me quita lo bailao). Hermano la vida es como viene, aunque muchos crean que determinan sobre otros; todo eso es falso. La libertad no consiste en creernos ser libres, o que otros nos digas que somos libres, sino en sentirse desde dentro libres, por encima de cualquier mezquindad, atributo o deseo; por encima de cualquier religión, credo o ideología. Te diré con sinceridad; que ya ni me inquieta o preocupa no poder filmar ese corto allí; ya lo haremos un día acá, con nuestros propios medios, con nuestros propios esfuerzos como siempre lo hemos hecho. Y creo que más que un problema, esta experiencia constituye una oportunidad para seguir aprendiendo de las personas y seguir batallando hasta la muerte por nuestros sueños, de hacer cine o audiovisuales. Solo pienso en la tristeza que tendrán aquellos; que se dicen directores de cine, y que aman mucho al séptimo arte, y que se privan hoy, de ver materializado, un corto como UNA PELI PORNO; que desde su primera página es una lección de cinematografía y un homenaje a todos nosotros, los de acá y los de allá; todos los que dejamos día a día la vida en cada fotograma, en cada plano. Es una pena, y una lástima ¿no crees, brother?
Jaeh
viernes, 6 de abril de 2012
ASGHAR FARHADI EN LA EICTV
Streaming desde la EICTV: El próximo domingo 8 de abril a las 11:00 am, hora cubana, podrá asistir virtualmente al encuentro con el cineasta iraní Asghar Farhadi, director de Una separación, (Oso de Oro en Berlín, Mejor Película Extranjera en la última entrega de los Oscars), A propósito de Elly y Fiesta del Fuego, desde la Escuela Internacional de Cine y TV, San Antonio de los Baños, Cuba. El link donde se va a transmitir la conferencia el domingo: http://www.ustream.tv/channel/eictv
jueves, 5 de abril de 2012
MI APORTE... ( Más sobre la Muestra)
Mi aporte…
Acerca de la renuncia de Fernando a la presidencia de la Muestra
Joven, la posteridad de este encuentro y otras cuestiones…
Queridos amigos y amigas.
La página está en blanco y no es precisamente porque me falten las
palabras o las ideas. Me vienen a la cabeza como torbellino, como
efervescencia viva, pero son tantas las cosas que quisiera compartir
con ustedes, hijos e hijas, hermanos y hermanas míos, de este nuevo
milenio, en un mundo ya viejo, en un país viejo, en una maldita
circunstancia de no ser o de ser a medias.
Tengo treinta, y hay hombres y mujeres que con menos, estaban viviendo
y empujando la Historia, su Historia, la que les pertenecía, la que
cambiaron…
El concepto mismo de Historia, puesto en cuestión, nos confirma la
necesidad de interpretar los sentidos del mundo desde múltiples
variaciones y miradas. Nuestro cine está hoy contando lo que nuestros
ojos ven, pero también, lo que nuestro corazón siente, lo que nuestra
percepción del mundo aprehende y lo que nuestras esperanzas y
angustias, nos confirman como el país que no puede seguir siendo;
mientras otro país se asoma por debajo de la corriente anecdótica,
como la posibilidad de un futuro mejor, o donde al menos, la
felicidad, la libertad, el humanismo, no se constriñan a única voz,
sino que se escuche hasta el infinito, como una estruendosa polifonía.
Ninguno de nosotros y nosotras, podría adivinar el futuro o el lugar
donde le tocará dejar sus huesos, “en que tugurio, en qué mazmorra, en
que mendigo”, en qué sitio calmo y tibio, al amparo de “qué gloria”.
Pero hoy (mañana), lo más importante y sagrado, es que al mirar atrás,
no sintamos que nuestra “época”, “nuestro tiempo” y “nuestra
historia”, la dejamos ir, en el más cómplice silencio, arrogancia y
egoísmo.
Un libro que se nos enseña en la escuela, nos dice al final de sus
páginas, que uno lucha para y por gentes que no conocerá, porque están
más allá del alcance de nuestro tiempo físico. Nuestras vidas también
son el reflejo del empeño, de un sacrificio de muchos y muchas, que no
conocimos, a quienes ya no podemos dar las gracias por lo que
hicieron. Nuestra inmediatez nos permite tener más cerca a los hombres
y mujeres que soñaron y practicaron un cine que jamás olvidó al ser
humano en sus múltiples dimensiones, que no dejó de construir nuevas
realidades, aguijoneando sin piedad cada partícula de formalismo, de
dogma, de injusticia, de cadalso, de reducción y simplificación de la
existencia humana a la medida absoluta de un funcionario, un poder
hegemónico o lo políticamente correcto. Corren por nuestros ríos
internos, muchas rebeldías y compromisos, que bien podrían ser el
combustible vital para nuestra cruzada contra todas las dominaciones.
Agradezco le llegada de sus mensajes, porque me provocan la osadía de
escribir estas palabras, pero más que eso, la conmoción necesaria para
actuar. Creo que la Muestra Joven es un espacio que urge apuntalar no
solo con lo que podamos decir y exigir. Es muy importante pensar,
soñar y accionar todo lo necesario para imprimirle un dinamismo
creciente, para que no se vaya a desgastar su esencia tras una vitrina
estéril o un escenario frívolo. Nos corresponde tomar el cielo por
asalto, nuestro cielo, con los errores y aciertos, de que seamos
sujetos.
Me parece impostergable que cada uno desde lo más hondo de su alma, se
pregunte por el sentido de su existencia, trate de visualizarse ante
la posteridad y lo perentorio del presente, y halle el lugar y la
forma en que dejará pasar ante sus ojos la vida o se sumará a su
torrente arrollador, sin pedir nada a cambio, sin más expectativa que
no dejar de volar y correr hasta que las alas y los pies terminen
calcinados bajo el sol y los años.
Al final del camino, todos y todas, envejeceremos y nos convertiremos
en pasado, para que el color de ese pasado, ilumine o deje en la
oscuridad a los habitantes del futuro, que no tendrán más remedio que
encender nuestras osamentas para ver en la noche, alrededor de sus
hogueras, otros fueguitos que arderán a lo lejos.
Discúlpenme tanta palabrería, pero esto me nace desde el fondo. Creo
que trataré de escribir con más racionalidad luego, ahora necesito un
poco de distanciamiento. Esto es parte catarsis y parte mística. Por
ahora, que los funcionarios funcionen para que la Muestra siga, que a
los burócratas dogmáticos y formales, no se les ocurra meter las
narices en esto y que todos y todas, con nuestras diferencias y
nuestra diversidad, aportemos como creadores y creadoras, como
ciudadanos y ciudadanas, lo mejor nuestro, a la construcción de una
cultura cubana y universal libre de dominaciones y de desidia.
Ernesto Pérez Zambrano
Abril 5 de 2012
Acerca de la renuncia de Fernando a la presidencia de la Muestra
Joven, la posteridad de este encuentro y otras cuestiones…
Queridos amigos y amigas.
La página está en blanco y no es precisamente porque me falten las
palabras o las ideas. Me vienen a la cabeza como torbellino, como
efervescencia viva, pero son tantas las cosas que quisiera compartir
con ustedes, hijos e hijas, hermanos y hermanas míos, de este nuevo
milenio, en un mundo ya viejo, en un país viejo, en una maldita
circunstancia de no ser o de ser a medias.
Tengo treinta, y hay hombres y mujeres que con menos, estaban viviendo
y empujando la Historia, su Historia, la que les pertenecía, la que
cambiaron…
El concepto mismo de Historia, puesto en cuestión, nos confirma la
necesidad de interpretar los sentidos del mundo desde múltiples
variaciones y miradas. Nuestro cine está hoy contando lo que nuestros
ojos ven, pero también, lo que nuestro corazón siente, lo que nuestra
percepción del mundo aprehende y lo que nuestras esperanzas y
angustias, nos confirman como el país que no puede seguir siendo;
mientras otro país se asoma por debajo de la corriente anecdótica,
como la posibilidad de un futuro mejor, o donde al menos, la
felicidad, la libertad, el humanismo, no se constriñan a única voz,
sino que se escuche hasta el infinito, como una estruendosa polifonía.
Ninguno de nosotros y nosotras, podría adivinar el futuro o el lugar
donde le tocará dejar sus huesos, “en que tugurio, en qué mazmorra, en
que mendigo”, en qué sitio calmo y tibio, al amparo de “qué gloria”.
Pero hoy (mañana), lo más importante y sagrado, es que al mirar atrás,
no sintamos que nuestra “época”, “nuestro tiempo” y “nuestra
historia”, la dejamos ir, en el más cómplice silencio, arrogancia y
egoísmo.
Un libro que se nos enseña en la escuela, nos dice al final de sus
páginas, que uno lucha para y por gentes que no conocerá, porque están
más allá del alcance de nuestro tiempo físico. Nuestras vidas también
son el reflejo del empeño, de un sacrificio de muchos y muchas, que no
conocimos, a quienes ya no podemos dar las gracias por lo que
hicieron. Nuestra inmediatez nos permite tener más cerca a los hombres
y mujeres que soñaron y practicaron un cine que jamás olvidó al ser
humano en sus múltiples dimensiones, que no dejó de construir nuevas
realidades, aguijoneando sin piedad cada partícula de formalismo, de
dogma, de injusticia, de cadalso, de reducción y simplificación de la
existencia humana a la medida absoluta de un funcionario, un poder
hegemónico o lo políticamente correcto. Corren por nuestros ríos
internos, muchas rebeldías y compromisos, que bien podrían ser el
combustible vital para nuestra cruzada contra todas las dominaciones.
Agradezco le llegada de sus mensajes, porque me provocan la osadía de
escribir estas palabras, pero más que eso, la conmoción necesaria para
actuar. Creo que la Muestra Joven es un espacio que urge apuntalar no
solo con lo que podamos decir y exigir. Es muy importante pensar,
soñar y accionar todo lo necesario para imprimirle un dinamismo
creciente, para que no se vaya a desgastar su esencia tras una vitrina
estéril o un escenario frívolo. Nos corresponde tomar el cielo por
asalto, nuestro cielo, con los errores y aciertos, de que seamos
sujetos.
Me parece impostergable que cada uno desde lo más hondo de su alma, se
pregunte por el sentido de su existencia, trate de visualizarse ante
la posteridad y lo perentorio del presente, y halle el lugar y la
forma en que dejará pasar ante sus ojos la vida o se sumará a su
torrente arrollador, sin pedir nada a cambio, sin más expectativa que
no dejar de volar y correr hasta que las alas y los pies terminen
calcinados bajo el sol y los años.
Al final del camino, todos y todas, envejeceremos y nos convertiremos
en pasado, para que el color de ese pasado, ilumine o deje en la
oscuridad a los habitantes del futuro, que no tendrán más remedio que
encender nuestras osamentas para ver en la noche, alrededor de sus
hogueras, otros fueguitos que arderán a lo lejos.
Discúlpenme tanta palabrería, pero esto me nace desde el fondo. Creo
que trataré de escribir con más racionalidad luego, ahora necesito un
poco de distanciamiento. Esto es parte catarsis y parte mística. Por
ahora, que los funcionarios funcionen para que la Muestra siga, que a
los burócratas dogmáticos y formales, no se les ocurra meter las
narices en esto y que todos y todas, con nuestras diferencias y
nuestra diversidad, aportemos como creadores y creadoras, como
ciudadanos y ciudadanas, lo mejor nuestro, a la construcción de una
cultura cubana y universal libre de dominaciones y de desidia.
Ernesto Pérez Zambrano
Abril 5 de 2012
RENUNCIAR
RENUNCIAR
Comprendo y respeto la decisión de Fernando. Mas allá de que este artísicamente logrado o no, el cortometraje Despertar merecía ser conpartido con el público. Ya basta. Ojalá que continue la Muestra, pero no será igual después de este pisotón. Creo en renunciar. Desde la infancia, he sido antisocial, cuestión de personalidad. Pero no he renunciado a hacer cine, a crear. Es lo único en e...sta vida sobre lo que puedo tener control absoluto. Sistemas políticos, religions, estructuras de poder, movimientos, líderes, siempre terminan decepcionando, porque la cima siempre toma una decisión que decepciona y te vuelve impotente, sobre todo cuando tus intereses suelen apartarse de la mayoría. ¿Sacrificio? No. Por nada que no sea la creación. También creo en individuos, en los amigos, pero nunca en las masas, pues siempre han sido manipuladas a lo largo de toda la historia de la humanidad. En mi caso no hay nada que decir que sea nuevo. Pero no voy a darle la vuelta con verborrea que suavize: Claro que estoy harto de la censura en mi país, pero es el resultado de una estructura política podrida hasta la médula, que NO VA A MEJORAR, NI SERA SUSTITUIDA POR OTRA MEJOR, porque la mutilación sufrida se extenderá a varias generaciones, y en el resto del mundo tampoco existe otra alternativa humanista ejecutada con una efectividad que me seduzca. Sé que soy apocalíptico. Por eso hago películas y no política. No tengo vocación para lo segundo, y si la tuviera seguramente sería un dictador. Prefiero ser un apático en el mundo físico y no joderle la vida a la gente. Experimentar solo dentro de una pantalla de imágenes en movimiento. Vivir mas cerca del ermitaño y crear un mundo interior de universos imperfectos con la libertad de una subjetividad totalitaria. Una mezcla improbable de cinismo y romanticismo pero, al menos para mí, ha sido la única forma de dormir tranquilo.
Miguel Coyula
Comprendo y respeto la decisión de Fernando. Mas allá de que este artísicamente logrado o no, el cortometraje Despertar merecía ser conpartido con el público. Ya basta. Ojalá que continue la Muestra, pero no será igual después de este pisotón. Creo en renunciar. Desde la infancia, he sido antisocial, cuestión de personalidad. Pero no he renunciado a hacer cine, a crear. Es lo único en e...sta vida sobre lo que puedo tener control absoluto. Sistemas políticos, religions, estructuras de poder, movimientos, líderes, siempre terminan decepcionando, porque la cima siempre toma una decisión que decepciona y te vuelve impotente, sobre todo cuando tus intereses suelen apartarse de la mayoría. ¿Sacrificio? No. Por nada que no sea la creación. También creo en individuos, en los amigos, pero nunca en las masas, pues siempre han sido manipuladas a lo largo de toda la historia de la humanidad. En mi caso no hay nada que decir que sea nuevo. Pero no voy a darle la vuelta con verborrea que suavize: Claro que estoy harto de la censura en mi país, pero es el resultado de una estructura política podrida hasta la médula, que NO VA A MEJORAR, NI SERA SUSTITUIDA POR OTRA MEJOR, porque la mutilación sufrida se extenderá a varias generaciones, y en el resto del mundo tampoco existe otra alternativa humanista ejecutada con una efectividad que me seduzca. Sé que soy apocalíptico. Por eso hago películas y no política. No tengo vocación para lo segundo, y si la tuviera seguramente sería un dictador. Prefiero ser un apático en el mundo físico y no joderle la vida a la gente. Experimentar solo dentro de una pantalla de imágenes en movimiento. Vivir mas cerca del ermitaño y crear un mundo interior de universos imperfectos con la libertad de una subjetividad totalitaria. Una mezcla improbable de cinismo y romanticismo pero, al menos para mí, ha sido la única forma de dormir tranquilo.
Miguel Coyula
miércoles, 4 de abril de 2012
NUEVOS TEXTOS SOBRE LA MUESTRA DE CINE JOVEN
Todo por la Muestra (notas tardías sobre un suceso)
En nuestro amado país, donde ya tan pocas cosas nos resultan honorables, atentar contra la Muestra, de la forma que sea, con dolor o sin él, es demasiado grave, demasiado fula.
La Muestra va siendo una de las obras más grandes y perdurables que el ICAIC puede exhibir ante Cuba y el mundo. Cuando muchos cuestionan su preeminencia, el ICAIC, serenamente, nos apoya y muestra.
Este instituto estatal, que en plena crisis se elevó a ser nuestro, que nos acogió y puso de su parte, no debería regatearnos su confianza. Ni lo merecemos, ni lo merece, después de todo, él.
Esta institución de la cultura, que tuvo ayer la fuerza moral para hacer frente a parametraciones y disoluciones, debería hoy, más que nunca, dar otra prueba de soberanía y madurez.
Esta cinematografía y sus funcionarios, que tan pocos paradigmas vivos pueden tender como puente, deberían honrar más a nuestro Fernando, no por infalible, sino por limpio.
Nosotros, jóvenes realizadores, cubanos habituados a la omisión culpable, a la queja de temporada, a otra cosa mariposa, deberíamos estar de luto. Un luto también por nuestra cuota de ocio y tardanza.
Ahora me pregunto, ¿tendría el ICAIC la capacidad de sentarse con nosotros, de propiciar un diálogo donde podamos escucharnos mutuamente y hacer algo que repare el daño o evite nuevas heridas?
En lo que nos toca, no nos quedemos tranquilos nunca. No confiemos ni en estas ni en otras palabras. Pero desaprendamos a callar, como ayer aprendimos a acatar.
Por la Muestra, TODO.
Juan Carlos Calahorra
¿La película de quién?
Sería muy ingenuo pensar que la renuncia de Fernando Pérez, (quien por varios años consecutivos ha estado al frente de la Muestra Joven), no traerá ningún resultado a corto o largo plazo. Me preocupa enormemente la salud de un movimiento que ha logrado abrirse camino gracias a ese espacio de libertad, que a lo largo de once duros pero fructíferos años, ha ganado un terreno invaluable para todos aquellos que se han propuesto expresar ideas a través del audiovisual. Por eso es que una noticia como ésta, lejos de aumentar el escepticismo, debe ponernos a pensar y pensarnos en serio.
A veces las cosas más obvias son las primeras en dejarse entre renglones y en ocasiones en ocultarse. No olvide nadie que la decisión de crear la Muestra surgió de una urgencia de poblar al cine cubano de nuevos realizadores, porque los únicos que había tenían ya casi 50 años o más. ¿Qué queda hoy de esa urgencia? ¿A quién le interesa que se mantenga? ¿Será que ahora hay demasiados y es muy molesto y difícil controlar la avalancha? ¿Será que censurando, acallando, verticalizando, se está actuando real y sanamente en nombre de la “verdad”?
Para nadie es un secreto que cada año se presentan más trabajos en la Muestra. Que ya no solamente las dos escuelas de cine son el cantero fundamental de donde salen los “cineastas”. Los límites se hacen cada vez menos visibles. Hay de todo, pero no todos lo ven. Y la Muestra es uno de esos pocos espacios desde donde aún puede uno formarse una impresión sobre los vientos que determinan las direcciones del cine cubano actual.
Hoy es perfectamente normal tener una cámara digital y filmar con ella cualquier cosa que parezca medianamente interesante. Ya no se trata del cómo. Ahora lo que se impone es el por qué. Y creo que ahí, en ese compromiso, es donde debe radicar también la necesidad de aquellos que nos sentimos parte de este espacio, de no permitir que algo como esto ocurra y que pase desapercibido frente a nosotros. Aguda tendrán que ser las estrategias que habrá que seguir de ahora en lo adelante para no dar un paso en falso que pudiera ser fatal. Es hora de que nos pronunciemos en pos de una solución justa, donde la incomprensión no borre lo logrado hasta el momento.
Alerto sobre el peligro que supone que otros supongan que han ganado la pelea, y que bajo el ardid de los buenos dirigentes, se escuden en la excusa de proponer que ahora la Muestra ya no pertenezca al ICAIC, (para que no haya más este tipo de “problemas”) y que pase a ser enteramente de los jóvenes. ¿Qué lindo suena, verdad? A primera vista parece una oferta tentadora, pues siempre nos hemos quejado de que no actuamos más porque la fiesta nos la hacen otros. Pero habría que ver si, en el caso hipotético que pasara lo primero, podría el nuevo evento sostenerse sin un apoyo institucional, o mejor dicho, teniendo sólo la espalda institucional. Eso sería botar el sofá. Mejor concentrarnos en el peligro al que nos exponemos si no actuamos con cautela, pues sin darnos cuenta, nosotros mismos podemos provocar la desaparición de la Muestra.
Me gustaría pensar que entre los que nos dirigen, existe la voluntad expresa de que aquellos que hemos decidido decir cosas desde aquí, sin otro ánimo que el de contribuir a enriquecer nuestra cultura, podamos seguir haciéndolo en un marco cada vez más democrático e inclusivo, donde confluyan posturas diferentes de manera natural, y que de ese ajiaco puedan salir mejores soluciones para nuestros propios problemas. No los de otros, los nuestros, que al fin y al cabo son los que más nos duelen y más nos quitan el sueño.
No creo que se trate ahora de tomar como pretexto la renuncia de Fernando para hacer catarsis y provocar que una vez más, se nos ignore. Es bueno el momento para analizar críticamente el por qué de esta situación y qué podemos hacer nosotros como grupo (aunque no nos sintamos ahora como tal, pero con la confianza de que tenemos la madera para serlo, sin dudas), para que las consecuencias de esta cadena de sucesos no sean las que años atrás llevó a tantos y tantos sinsabores.
Esto que ha pasado, más que una derrota, es una prueba. Prueba en la que hay que actuar con más inteligencia que nunca, porque no solo está en juego la permanencia de un evento, sino, creo, la apertura de la brecha que ha hecho posible el despertar de una generación hacia la verdadera conciencia de su momento histórico. Ahora solo resta comprobar si como dice el dicho, nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros padres.
Si estuviéramos escribiendo un guión, esto que acontece podría considerarse como un gran punto de giro. Habrá quien se pregunte, como buen espectador entusiasmado, qué es lo que sigue y se siente con su maní tostado dispuesto a sorprenderse. Habrá quien se quede dormido porque es demasiado complejo seguir las peripecias de la trama. Habrá quien ya pueda intuir el final. Y por supuesto, habremos los que, queriendo poner nuestro granito de arena, estaremos dispuestos a saltarnos la cuarta pared para intentar transformar el relato. En cualquier caso, todo guión, por muy enrevesado que se torne, tendrá siempre una escena necesaria. Y es esa la que está por escribirse ahora. Probablemente ocurra que muchos renieguen de la obra, diciendo simplemente: Esa no es mi película. Pero si no es nuestra, si no la escribimos nosotros. ¿Entonces quién?
Milena Almira
2/4/2012
En nuestro amado país, donde ya tan pocas cosas nos resultan honorables, atentar contra la Muestra, de la forma que sea, con dolor o sin él, es demasiado grave, demasiado fula.
La Muestra va siendo una de las obras más grandes y perdurables que el ICAIC puede exhibir ante Cuba y el mundo. Cuando muchos cuestionan su preeminencia, el ICAIC, serenamente, nos apoya y muestra.
Este instituto estatal, que en plena crisis se elevó a ser nuestro, que nos acogió y puso de su parte, no debería regatearnos su confianza. Ni lo merecemos, ni lo merece, después de todo, él.
Esta institución de la cultura, que tuvo ayer la fuerza moral para hacer frente a parametraciones y disoluciones, debería hoy, más que nunca, dar otra prueba de soberanía y madurez.
Esta cinematografía y sus funcionarios, que tan pocos paradigmas vivos pueden tender como puente, deberían honrar más a nuestro Fernando, no por infalible, sino por limpio.
Nosotros, jóvenes realizadores, cubanos habituados a la omisión culpable, a la queja de temporada, a otra cosa mariposa, deberíamos estar de luto. Un luto también por nuestra cuota de ocio y tardanza.
Ahora me pregunto, ¿tendría el ICAIC la capacidad de sentarse con nosotros, de propiciar un diálogo donde podamos escucharnos mutuamente y hacer algo que repare el daño o evite nuevas heridas?
En lo que nos toca, no nos quedemos tranquilos nunca. No confiemos ni en estas ni en otras palabras. Pero desaprendamos a callar, como ayer aprendimos a acatar.
Por la Muestra, TODO.
Juan Carlos Calahorra
¿La película de quién?
Sería muy ingenuo pensar que la renuncia de Fernando Pérez, (quien por varios años consecutivos ha estado al frente de la Muestra Joven), no traerá ningún resultado a corto o largo plazo. Me preocupa enormemente la salud de un movimiento que ha logrado abrirse camino gracias a ese espacio de libertad, que a lo largo de once duros pero fructíferos años, ha ganado un terreno invaluable para todos aquellos que se han propuesto expresar ideas a través del audiovisual. Por eso es que una noticia como ésta, lejos de aumentar el escepticismo, debe ponernos a pensar y pensarnos en serio.
A veces las cosas más obvias son las primeras en dejarse entre renglones y en ocasiones en ocultarse. No olvide nadie que la decisión de crear la Muestra surgió de una urgencia de poblar al cine cubano de nuevos realizadores, porque los únicos que había tenían ya casi 50 años o más. ¿Qué queda hoy de esa urgencia? ¿A quién le interesa que se mantenga? ¿Será que ahora hay demasiados y es muy molesto y difícil controlar la avalancha? ¿Será que censurando, acallando, verticalizando, se está actuando real y sanamente en nombre de la “verdad”?
Para nadie es un secreto que cada año se presentan más trabajos en la Muestra. Que ya no solamente las dos escuelas de cine son el cantero fundamental de donde salen los “cineastas”. Los límites se hacen cada vez menos visibles. Hay de todo, pero no todos lo ven. Y la Muestra es uno de esos pocos espacios desde donde aún puede uno formarse una impresión sobre los vientos que determinan las direcciones del cine cubano actual.
Hoy es perfectamente normal tener una cámara digital y filmar con ella cualquier cosa que parezca medianamente interesante. Ya no se trata del cómo. Ahora lo que se impone es el por qué. Y creo que ahí, en ese compromiso, es donde debe radicar también la necesidad de aquellos que nos sentimos parte de este espacio, de no permitir que algo como esto ocurra y que pase desapercibido frente a nosotros. Aguda tendrán que ser las estrategias que habrá que seguir de ahora en lo adelante para no dar un paso en falso que pudiera ser fatal. Es hora de que nos pronunciemos en pos de una solución justa, donde la incomprensión no borre lo logrado hasta el momento.
Alerto sobre el peligro que supone que otros supongan que han ganado la pelea, y que bajo el ardid de los buenos dirigentes, se escuden en la excusa de proponer que ahora la Muestra ya no pertenezca al ICAIC, (para que no haya más este tipo de “problemas”) y que pase a ser enteramente de los jóvenes. ¿Qué lindo suena, verdad? A primera vista parece una oferta tentadora, pues siempre nos hemos quejado de que no actuamos más porque la fiesta nos la hacen otros. Pero habría que ver si, en el caso hipotético que pasara lo primero, podría el nuevo evento sostenerse sin un apoyo institucional, o mejor dicho, teniendo sólo la espalda institucional. Eso sería botar el sofá. Mejor concentrarnos en el peligro al que nos exponemos si no actuamos con cautela, pues sin darnos cuenta, nosotros mismos podemos provocar la desaparición de la Muestra.
Me gustaría pensar que entre los que nos dirigen, existe la voluntad expresa de que aquellos que hemos decidido decir cosas desde aquí, sin otro ánimo que el de contribuir a enriquecer nuestra cultura, podamos seguir haciéndolo en un marco cada vez más democrático e inclusivo, donde confluyan posturas diferentes de manera natural, y que de ese ajiaco puedan salir mejores soluciones para nuestros propios problemas. No los de otros, los nuestros, que al fin y al cabo son los que más nos duelen y más nos quitan el sueño.
No creo que se trate ahora de tomar como pretexto la renuncia de Fernando para hacer catarsis y provocar que una vez más, se nos ignore. Es bueno el momento para analizar críticamente el por qué de esta situación y qué podemos hacer nosotros como grupo (aunque no nos sintamos ahora como tal, pero con la confianza de que tenemos la madera para serlo, sin dudas), para que las consecuencias de esta cadena de sucesos no sean las que años atrás llevó a tantos y tantos sinsabores.
Esto que ha pasado, más que una derrota, es una prueba. Prueba en la que hay que actuar con más inteligencia que nunca, porque no solo está en juego la permanencia de un evento, sino, creo, la apertura de la brecha que ha hecho posible el despertar de una generación hacia la verdadera conciencia de su momento histórico. Ahora solo resta comprobar si como dice el dicho, nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros padres.
Si estuviéramos escribiendo un guión, esto que acontece podría considerarse como un gran punto de giro. Habrá quien se pregunte, como buen espectador entusiasmado, qué es lo que sigue y se siente con su maní tostado dispuesto a sorprenderse. Habrá quien se quede dormido porque es demasiado complejo seguir las peripecias de la trama. Habrá quien ya pueda intuir el final. Y por supuesto, habremos los que, queriendo poner nuestro granito de arena, estaremos dispuestos a saltarnos la cuarta pared para intentar transformar el relato. En cualquier caso, todo guión, por muy enrevesado que se torne, tendrá siempre una escena necesaria. Y es esa la que está por escribirse ahora. Probablemente ocurra que muchos renieguen de la obra, diciendo simplemente: Esa no es mi película. Pero si no es nuestra, si no la escribimos nosotros. ¿Entonces quién?
Milena Almira
2/4/2012
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