martes, 29 de mayo de 2012

LEGITIMANDO LA INCORRECCIÓN

Buscando alguna noticia sobre el estreno de Juan de los Muertos en la Habana (Cines Yara y Pairet), encontré en el sitio IPS http://www.ipscuba.net/index.php?option=com_k2&view=item&id=4256:legitimando-la-incorrecci%C3%B3n&Itemid=11, esta crítica del periodista, investigador y crítico de cine Dean Luís Reyes. Legitimando la incorrección/ Dean Luis Reyes/ Viernes, 25 de Mayo de 2012
Alejandro Brugués construyó un relato fluido, donde están todos los estereotipos de Cuba como símbolo global. Alejandro Brugués construyó un relato fluido, donde están todos los estereotipos de Cuba como símbolo global. Tomado de La Jiribilla “Juan de los Muertos”, una de las películas cubanas más aplaudidas en certámenes internacionales de los últimos años. Juan de los Muertos (Alejandro Brugués, 2011), primera película cubana de zombis y exponente cristalino de las derivas del cine cubano hacia los derroteros del género fílmico, por décadas prohibido para el cine institucional, implica una pregunta severa para la tradición cinematográfica nacional: ¿es válido plantearse en nuestro medio cultural un producto de entretenimiento con estas características? No podrá obviarse que, desde su misma concepción, la cinematografía cubana moderna se decantó por el cine de arte. En un texto escrito durante la pasada década del sesenta, titulado “El público cinematográfico y la influencia de Hollywood”[i], Alfredo Guevara, director fundador e ideólogo medular del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC), remarca como paradigma buscado por esa institución el de un cine cuyo objetivo sea “contribuir a la indagación o revelación de aspectos de la realidad o de su poética”. En esas páginas critica el diseño mercantil del cine industrial estadounidense en torno a “subproductos destinados al embrutecimiento”, entre los que dedica especial atención a las películas de género, mencionando el western, las de gangsters y “de amor”. Su impugnación culmina citando las de “intriga, misterio, horror y monstruos”. Aunque reconoce que en estas “los resortes psicológicos y expresivos de la tensión” son usados muchas veces “con grandes pretensiones formales”, para él tales mecanismos son un fin artificial, pues su propósito es desviar “al espectador del análisis de la realidad y adormecen su espíritu crítico”. Como se verá, el centro manifiesto de tales objeciones es el denominado cine ilusionista y todo objeto fílmico no correspondiente a la asunción del mundo y sus fenómenos desde una perspectiva racional y enfoque materialista. Se infiere de estas demarcaciones que el cine cubano rehuiría aquellos atributos propios del cine de atracciones en su estado industrial y tendería al realismo social y a la indagación intelectual en los asuntos humanos. El papel del género cinematográfico —en tanto que reducto de la ilusión— entraba así en el difuso territorio que quedaba abierto para la negociación de la experiencia del placer y para el cine como objeto de entretenimiento. Cuba entra al sub-género de zombis de la mano de una de las películas nacionales más aplaudidas en certámenes internacionales de los últimos años. El segundo largo de Alejandro Brugués usa la comedia como resorte crítico para trasladarnos a una Habana posapocalíptica, donde un puñado de buscavidas trata de hacer dinero liquidando por encargo a los zombis que pululan por su geografía. Calificada por The Globe and Mail entre las diez películas que ver en el festival de cine de Montreal de 2011, y con una acogida comercial sin precedentes para película cubana independiente alguna, se ha transformado en un éxito alrededor del mundo, se ha vendido en buena cantidad de mercados y ha obtenido galardones que van desde el Premio del Público en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana de 2011 hasta el de Mejor guión en el certamen portugués FantasPorto. Juan de los Muertos parte de una premisa simple, pero original (zombis en La Habana), de un planteo sugestivo (un grupo de lumpen decide hacer un lucrativo negocio despachando muertos-vivos por encargo) y de un tono de comedia hija del pos-humor políticamente incorrecto y soez, tan en boga hoy. Reúne motivos grotescos que todo el tiempo circundan lo grosero, para acercarse a un dibujo caricaturesco de la realidad cubana actual, con una voluntad de mofa que toca a los mismos personajes y no deja títere con cabeza en un relato donde reina la devolución del sub-género de las películas de zombis a su estatuto de crítica al proyecto de civilización racional del periodo moderno. Desde su acceso al cine moderno con Night of the Living Dead (George A. Romero, 1968), donde la fábula de los muertos-vivos insinuaba por estribor la carnicería estadounidense en Viet Nam, los zombis han servido para referir el automatismo manifiesto de la sociedad contemporánea y para otorgar al cine de horror una nueva dosis de visceralidad en su trabajo con el cuerpo y la muerte. Juan de los Muertos, más cerca del realismo social consustancial a los discursos maestros del cine cubano, apela al carácter activista que le han otorgado las culturas urbanas –sea el caso el movimiento Occupy Wall Street montando una marcha de zombis traga-dólares como revenant de las sociedades de consumo. Yendo todavía más lejos del lugar común que vincula esta corriente fílmica al vudú haitiano y a la obsesión con el muerto-vivo de Val Lewton, piénsese en el zombi de El gabinete del Doctor Caligari (Robert Wiene, 1920) como metáfora abierta de la subjetividad automatizada que justificó el ascenso del nazi fascismo alemán. Una coartada típica del entorno postmoderno haría de la cubana el resultado de una cinefilia que accede a mestizajes caprichosos. Y Alejandro Brugués conecta el argumento de su filme a Shaun of the Dead (Edgar Wright, 2004), apropiación paródica, en la cuerda del pos-humor británico, del clásico de Romero. Mas, la clave del éxito es aquí el ambiente escogido. Como escenario, Cuba reina en esta fábula de aventuras, cuyos mejores momentos involucran el acriollamiento de las sobadas claves del género. Bien resuelto en el guión, Brugués se las arregló para construir un relato fluido, donde están todos los estereotipos de Cuba como símbolo global, privilegiando la burla de la idiosincrasia hiperbólica del cubano, como también la legitimación del carácter resistente que nos ha tocado asumir ante toda clase de cataclismos de la Historia. Son tales los ingredientes que hacen seguir la fábula de Juan de los Muertos allí donde falla la verosimilitud de las escenas de acción, los efectos visuales resultan gratuitos y pobres, ciertos tópicos se reiteran -como se reincide en gags, sin éxito-, donde yerra la dirección de actores o decae el interés. Por demás, su falencia mayor es una puesta en escena que pierde la inspiración y acaba siendo demasiado plana. Para el audiovisual cubano, he aquí un gesto que anuncia lo que vendrá. La mismísima premisa argumental de la película de Brugués echa por tierra la particular gravedad de la cinematografía nacional, tan de continuo obligada a ofrecer una perspectiva balanceada y moderada de los asuntos locales. Ese rictus solemne ha impedido a nuestro cine alcanzar sin complejos una dimensión realmente popular. Empresa esta afrontada por multitud de realizadores, cuyas energías se han orientado hacia la búsqueda de modos de expresarse que, sin dejar de aspirar a cierta complejidad, comuniquen algo universal de manera amable y directa. Téngase en cuenta que tales intentos pululan en nuestra cinematografía, con mayor o menor suerte, a pesar de las reticencias de cada época: Clandestinos (Fernando Pérez), Una novia para David (Orlando Rojas), La muerte de un burócrata (Tomás Gutiérrez Alea), El brigadista (Octavio Cortázar), Fresa y chocolate (Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío), Viva Cuba (Juan Carlos Cremata), Los dioses rotos (Ernesto Daranas) y otros tantos. Juan de los Muertos no está distante de la literatura del sobreviviente desarrollada por algunos de los autores de la generación literaria de la pasada década del noventa conocidos como “novísimos”, y globalizada por las novelas de Pedro Juan Gutiérrez, o del policial del desencanto de Leonardo Padura, al tiempo que bebe de la tradición cultural del choteo. No puede desligarse tampoco de la neo-picaresca cinematográfica inaugurada por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío con Guantanamera (1995), y desarrollada luego en varias de las comedias de costumbres de este último (Lista de espera; El cuerno de la abundancia) o en títulos como Entreciclones (Enrique Colina, 2002). Se trata de un tratamiento que decide alejarse del trasiego de los modelos éticos ejemplares, legitimados por la versión oficial deseada para nuestro arte cinematográfico, y que no ha temido indagar en los perfiles menos puros de lo nacional. Un rasgo abocetado tempranamente en Vampiros en La Habana (1985), obra maestra de Juan Padrón, el realizador cubano mejor capacitado para desentrañar el carácter de la cultura popular criolla. Notas: [i] Alfredo Guevara, Tiempo de fundación, Iberautor, 2003, pp. 105-108.

lunes, 21 de mayo de 2012

CEBÚ parte DOS

CEBÚ es la historia de Iván, un profesional carnicero al parecer de descendencia rusa, de Maruschka, una mujer de carnes desbordadas que lo obsesiona, y de Susana, su hermosa esposa engañada. El corto está protagonizado además de un servidor, por la debutante Dahily García y la sensual Claudia Muñiz. CEBÚ es el cortometraje de tesis del estudiante de dirección Pablo Belaubre y de un grupo de alumnos de otras especialidades. Anoche se terminó su rodaje y fue una bonita experiencia que espero no sea destrozada por manos insensibles en la edición. Aspiro que llegue a buen puerto porque le he puesto mucha, pero que mucha pasión a mi personaje. Aquí otras stills del rodaje tomadas por María Elena, Miñón y Nicolás Ordóñez.

miércoles, 16 de mayo de 2012

PRIMERAS IMÁGENES DE "CEBÚ"

Aquí están las primeras stills del rodaje de "CEBÚ", cortometraje de tesis de Pablo Belaubre, estudiante francés de la EICTV. CEBÚ está estelarizado por un servidor, Molinator. Stills por Noly Portales y Nicolás Ordóñez.

martes, 15 de mayo de 2012

SE ESTRENA JUAN DE LOS MUERTOS EN CUBA

Ayer lunes 14 de mayo fue la conferencia de prensa para anunciar el estreno en Cuba de Juan de los Muertos, la esperada película dirigida por Alejandro Brugués y protagonizada por Alexis Díaz de Villegas y un servidor. Anunciada para comenzar a las 11 de la mañana en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, frente al edificio del ICAIC, fue bastante lamentable a mi modesto entender. Mal organizada, allí no hubo tal cantidad de periodistas, quizás dos o tres en retirada o en franca decadencia y algún que otro amigo como los críticos de cine Mario Naíto y Jorge Calderón que hicieron un par de preguntas como para no morirnos de aburrimiento. Estábamos Alejandro, Inti, Claudia, Tovar y yo. Alexis no apareció. Organizada imagino, por el Centro de Información del ICAIC, institución que asume, ¡al fin!, su distribución nacional, no convocó a mucha gente y eso me hizo caer una vez más en el alto nivel de desidia que hay en mi país, es como que a nadie le importa nada y el cine cada vez importa menos. Estoy hablando del anuncio oficial del estreno de una película que quizás no sea una obra maestra ni creo que lo pretenda, pero es una película que ha tenido un impacto internacional bastante fuerte. Se ha vendido a más de veinticinco países y su paso por festivales de todo tipo, ha sido bastante sonado. Este jueves 17 de mayo, la película se estrena, sí, pero es como para que se ponga y ya, en dos salas, Yara y Pairet,y en blue ray, después, después en las salas del país, en DVD creo, porque ni copias en 35mm tenemos, existen, en España y en algún otro rincón del mundo, pero acá no tenemos, no se pueden comprar porque no hay dinero, igual tampoco creo que si lo hubiera, la institución haría la inversión. Ayer, salí bastante decepcionado de eso. A continuación algunas imágenes de la conferencia de prensa y una galería de posters que van desde los originales creados para la película hasta el poster norteamericano que está bastante bien, uno sicotrónico alemán donde Alexis aparece como un zombie y dos ultrasicotrónicos posters ingleses, en uno aparecen unos personajes muy raros con pistolas y ametralladoras y el personaje del centro, Juan, es alguien más cercano a Sid Haig que a Alexis, en el otro, sí estamos nosotros pero yo llevo unos temibles nunchatkus, Alexis una ametralladora, y una joven desconocida una katana. Juro que nunca tocamos, ni usamos esas armas en la película. Solo Alexis usa en un pequeño momento los nunchatkus. Debe ser una cuestion de interpretación y de mercado de los alemanes y los ingleses. Están muy divertidos los posters.

viernes, 11 de mayo de 2012

PROFILM EN SANTA CLARA

Ayer en la noche regresé del evento de promoción cinematográfica PROFILM 2012 que se celebraba en Santa Clara organizado por el Centro Provincial de Cine de esa ciudad. Allí fui arrastrado por el amigo Gustavo Arcos quien de alguna manera fue el alma de PROFILM ya que lo poco que se hizo fueron ideas de él. La primera noche, luego de varios obstáculos técnicos se presentó Juan de los Muertos para el público vilaclareño con la presencia de su productor Inti Herrera. Me cuentan que el cine estuvo lleno como hace bastante tiempo no se veía. Yo llegué por mi cuenta al otro día. EL evento no estuvo bien organizado a pesar del esfuerzo de sus organizadores. Siendo un evento de promoción lo que menos se vió en el fue eso. Escasa asistencia de público, sobretodo de estudiantes universitarios y gente vinculada a los medios como las del Telecentro de la ciudad o los propios miembros de la asociación de cine radio y televisión de la UNEAC villaclareña, y eso que en su sede, era donde se desarrollaban las sesiones. Realmente siento que no hubo apoyo real al evento y sentí que en los lugares donde estábamos era como que nos hacían un favor (La sede de la UNEAC y el hotel del Partido, donde tuvimos varios altercados con trabajadores del hotel y su jefatura por la incomprensión hacia nuestra participación y trabajo en PROFILM y por posiciones de presión, terquedad y cuadratura). Cuando no hay apoyo real a un evento cultural,ni buena voluntad de las instituciones locales para apoyarlo, mejor es no hacerlo. Se convierte en un esfuerzo quijotesco. Salimos de Santa Clara antes de tiempo. Ayer en la mañana fue mi sesión que a pesar de algunos imponderables como, comenzar una hora más tarde porque la guagua no nos recogió a tiempo y un par de cositas más, quedó potente porque pude encender creo yo, entre el pequeño público presente, la llama del virus moliniano. Aquí unas fotos del honorable jurado de PROFILM 2012 Gustavo, Hanna, ADrián, Rubén e Inti, y el realizador Molinator que fue a compartir parte de su obra con los interesados.

domingo, 6 de mayo de 2012

MASTERS OF HORROR

Anoche estuve en casa de Alejandro Brugués, director de Juan de los Muertos, quien recién llegaba de los EE.UU. después de un períplo con la película por Los Angeles, New York y Miami, haciendo intervalos en Hong Kong y México. Llegué allí, acompañado de Marleny , mi compañera de mil batallas, madre de mis hijas y con la cual vivo en concubinato desde hace 17 años, además de una botella de añejo blanco para preparar tragos. Estaba Marianita, la esposa de Ale quien es asistente de dirección, y anfitriona, así que la plaza quedó lista para beber unos Cuba Libre e intercambiar películas, ideas, chismosear un poco y más. Allí aparecieron después, la productora Claudia Calviño y su novio, el realizador y guionista Carlos Lechuga, y un rato más tarde, el sonidista Rubén Valdés y la diseñadora de vestuario Alicia Arteaga. Alejandro y yo, del grupo, éramos los más cinéfilos. Entre tragos y comida a domicilio, pasamos unas horas agradables, compartiendo experiencias y hablando un poco de todo, hasta que Alejandro y yo caímos en que ese tipo de reuniones entre gente del audiovisual en mi país era bastante difícil lograrla porque no somos capaces de mirar más allá de nuestros ombligos, comemierdas que somos, concluímos. La conversación sobre el egoísmo de nuestros colegas, nos condujo a hablar de su estancia en los Estates y de una de las cosas más lindas que le sucedió en Los Ángeles, el participar de manera fortuíta en una cena de los auténticos Masters of Horror(aclaro que solo faltaban Argento y Miike). Introducido al grupo por John Landis, Alejandro tuvo el honor de compartir en el Joe´s Bar, con gente como Peter Medak, Larry Cohen, Greg Nicotero, Mick Garris, Brian Trenchard-Smith, William Lustig, David Slade, William Malone, Tobe Hooper, Don Coscarelli y muchos más. Me contaba que esas reuniones, las hacían varias veces en el año y que todos eran grandes amigos y se profesaban gran admiración y respeto entre ellos. ¡Qué suerte la de mi amigo! Aquí los dejo con unas stills gentilmente cedidas por Alejandro de esa maravillosa noche.